Comenzado el típico periodo vacacional y veraniego, las playas comienzan a recibir a visitantes deseosos de broncearse tanto como de tomar un baño en sus aguas. Y aquí surge el problema. ¿Por qué siempre existen inconscientes que arriesgan sus vidas y las de los socorristas bañándose con bandera roja? ¿Para cuándo la imposición de una multa a esos temerarios que encima alardean de su infracción?
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