Cuando la enfermedad se presenta en nuestras vidas, de improvisto, en estos momentos de crisis, de recortes sanitarios tan importantes, el miedo a saber ¿cómo nos va a afectar? ¿Qué pasará si nos ingresan? ¿Si nos tienen que operar habrá quirófanos disponibles? Nos sentimos tan indefensos que a la enfermedad hay que añadirle la incertidumbre. Porque el miedo a lo desconocido es tan fuerte que nos hace vulnerables. Yo me sentí protegida en todo momento, por eso quiero agradecer el trato recibido en el hospital de Galdakao desde el mismo momento que ingresé en Urgencias. Gracias a la doctora María Lorenzo y a su equipo, a la cirujana doctora Begoña Estraviz, al equipo de reanimación, al personal de las plantas novena y cuarta, a las señoras de la limpieza por su simpatía, a tod@s ell@s gracias. Lo que nunca podrán recortar será el trabajo bien realizado y la profesionalidad de tod@s ell@s.
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