Aranceles al vino y las hostias
La Unión Europea se pliega más de lo debido y más habitualmente que lo que nos gustaría a un Donald Trump que gana más en relato que en comercio
Aranceles a las hostias
Los caminos de los aranceles impuestos por Donald Trump son inescrutables. Tanto que, analizando el detalle de los productos que se verán gravados en virtud de su poder, nos encontramos con esta pregunta en Voz Pópuli: “¿Por qué Bruselas impone a las hostias de misa de Canarias un impuesto de 10%?”. Este producto tampoco ha podido sortear su inclusión en el listado autorizado por la UE a petición de las autoridades canarias. ¿Por qué? Pues porque será consagrada, pero es pan. Ácimo, concretamente, así que va en la misma partida que los productos de panadería, pastelería o galletería.
Y al vino
Como con Donald Trump todo es “sí”, “no”, “ahora blanco”, “ahora negro” y todo a la vez, había dudas acerca de si sus aranceles afectarían al vino y cómo. Finalmente, se impone un arancel del 15% que está ya en vigor desde ayer. Sólo el tiempo dirá cómo afecta a los productores alaveses y navarros, pero en Crónica Vasca ya escriben que el pacto arancelario “amenaza el negocio de las bodegas de Rioja Alavesa”. En concreto, las exportaciones de estos caldos a EEUU alcanzaron los 35,5 millones de euros en 2024. Cada vez más voces reclaman que el acuerdo no se dé por cerrado y se excluya al vino. En juego, el pan de mucha gente.
Una tibieza inexplicable
Más allá de lo pintoresco del arancel a las hostias de misa o la jodienda del 15% de arancel a los vinos alaveses y navarros, todo esto ha puesto en evidencia que la Unión Europea se pliega más de lo debido y más habitualmente que lo que nos gustaría a un Donald Trump que gana más en relato ideológico que en comercio. Una Unión Europea que parece achicarse ante los matones. Otro ejemplo, al mostrarse vergonzosamente tibia en todo lo que tiene que ver con tratar de parar el genocidio que está llevando a cabo Israel en Gaza. La última, al no lograr el consenso necesario para suspender la cooperación científica. Inexplicable.
Sigue la guerra de currículums
Bien que se saque a la luz la verdad de las titulaciones de los políticos, pero no puedo evitar verlo todo con cierto escepticismo. Es noticia que el comisionado del Gobierno por la DANA ha dimitido tras el presunto fraude en su titulación y, cuando todavía no hemos terminado de analizar esta noticia, nos encontramos con este otro titular: “Tomás Burgos, viceconsejero de la Presidencia de Moreno Bonilla, se inventó que era médico” (El Plural). ¿Servirá de algo todo esto? ¿Qué sentido tiene que unos y otros se pongan estupendos si es cuestión de tiempo que se destapen nuevas vergüenzas de otros y unos?
Vacaciones sobrevaloradas
¿Están las vacaciones sobrevaloradas? Es posible que lea esto desde su descanso estival, tras un año de trabajo, o quizás se encuentre con este párrafo en plena jornada, contando los días para poder apagar el despertador. Y lee que el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, tras una dura jornada de trabajo con una rueda de prensa, bromeó con los periodistas: “Si pueden descansar algunas semanas, les felicito. Y los que no pueden descansar, que sepan que las vacaciones están sobrevaloradas”. El único trabajo que tiene Feijóo es hacer política pero, últimamente, lo único que hace es seguir instalado en el “no” y el bloqueo.