La gripe ya está aquí. Se avisa con tiempo para que las personas que tienen más riesgos de sufrirla tengan tiempo de pedir cita y vacunarse. Hoy sigue siendo una enfermedad mortal, aunque nada que ver con las 31 pandemias que lleva en su cuenta a nivel planetario. La evolución científica ha permitido su control y la farmacéutica hace gala de poder inmunizar a los peques de la casa por vía intranasal y no con el temible pinchazo. Un desarrollo admitido e incuestionado por la mayor parte de la población que choca con la oposición que se tuvo ante el covid-19. ¿Necesitamos siglos para admitir nuestro propio progreso? Todo parece indicar que sí.