NO hay derecho a acudir a tu trabajo y que te escupan, te insulten o te agredan. La escalada de violencia hacia los y las conductoras de Bizkaibus genera mucha preocupación. El concepto de terror laboral cada vez cobra mayor relevancia y ello nos debe llevar, como sociedad, a una reflexión colectiva sobre lo que (nos) está pasando. No hace tanto eran los profesores y profesoras. Después, el personal sanitario. Ahora, el servicio de transporte. Ojo, que la indiferencia puede hacer que no veamos llegar a la puerta de nuestra zona de confort que, al igual que el resto, podemos ser objeto de una agresión gratuita y sin sentido.