O no sé lo que pensará el ministro de Presidencia, Félix Bolaños. Supongo que, cuando aceptó el cargo, ya sabía de qué iba a ir la cosa. En concreto, parece que para desbloquear el acuerdo presupuestario entre los socios de Gobierno -ya tiene bemoles- ha tenido que desautorizarle el mismísimo Pedro Sánchez, aceptando lo que el ministro no quería firmar. Tiene cierta lógica que el presidente se reserve el papel de poli bueno, pero tiene por delante mucho que negociar y sería igual de lógico que, en el próximo bloqueo, sus interlocutores se planten hasta que baje a hablar el jefe.