E van a dar -ya le están dando- a destajo al lehendakari por tener el valor de decir lo que muchos pensamos: que los indultos a los presos del procès están más que justificados. En un país en el que el poder político dominante ha indultado a torturadores, corruptos, defraudadores y estafadores -incluyendo a jueces, banqueros y policías-; que indulta preventivamente al jefe del Estado con un blindaje que, a la vista está, le da cobertura para sus tejemanejes mientras ejerce, la propiedad exclusiva de lo éticamente aceptable la perdieron el Tribunal Supremo y la clase política escandalizadora.