DMITO que me sorprende que una empresa anuncie que va a prescindir de más de 3.000 de sus empleados y se le presenten voluntarios 4.000. Lo ha hecho El Corte Inglés, lo que dice mucho de las condiciones de la oferta de regulación pero también que sus empleados no prevén una mala expectativa laboral -les ayudarán a buscar empleo-, pese a los problemas del sector. O, directamente, que en casa no precisan de su sueldo, puesto que la oferta va dirigida a los menores de 50 años. Es decir: que no se van a jubilar. Van a tener que prorratear el ERE o rechazar despidos. ¡Qué disgusto!