S una auténtica obscenidad el proceder del inquilino de la Casa Blanca para evitar el desahucio. Quema el mobiliario para seguir caliente dentro consciente de que, si le desalojan, le esperan varios procesos judiciales por fraude. Pero no cabe sorpresas. El pase de la pretensión de que varios millones de votos no se validen, venía telegrafiado al pie de un Tribunal Supremo designado a dedo. Trump sabía de la dificultad de ganar en buena lid y quiere manipular las reglas. Ahora, en el minuto 70, gana 1-0 y no quiere que se juegue más porque hasta siete de cada diez votos que faltan por contar es para Biden.