A experiencia dicta que el Consejo de Presidentes que ha convocado Sánchez es un placebo a falta de iniciativas de reconstrucción. Sánchez irá a esa reunión un mes después de recibir una carta de Urkullu en la que se recordaba su compromiso de desatar las manos de las instituciones vascas en materia de financiación. Sin acusar recibo, el presidente convoca a las autonomías sin cocina previa y obviando que lo que salga de ahí no tiene aplicación legal en Euskadi. Y a Mendia y Gorrotxategi lo que les preocupa es que el lehendakari no vaya a la cita del jefe. Si quieren fotos de empresa, cada uno con la suya.