AALGUNOS albergábamos la esperanza de que la exhumación de Franco sirviera para poder exclamar de manera cierta, por fin, aquello de “la transición ha terminado”. Pero no. Ni siquiera podremos musitar que el franquismo ha terminado. Escuchar a Díaz Ayuso (PP) eso de quemar iglesias “como en el 36” o a Ortega Smith (Vox) la estulticia sobre las 13 rosas -“torturaban y violaban”- o conocer el desalojo de un cine al grito de “Viva España” nos lleva al guerracivilismo puro. Ah, la película que se proyectaba era Mientras dure la guerra. Para algunos, aún dura.