Lo increíble, si en política hay sitio para el adjetivo, de la no investidura se resume en dos palabras de Pedro Sánchez. “Otras opciones”, dijo el fallido. Porque la suma de “otras” y “opciones” resta la contemplada -si se contemplaba- y sin ella las matemáticas son ciencia exacta que dan acuerdo con la derecha (PP o C’s) hasta ahora extrema. ¿Imposible? En política tampoco hay sitio para ese otro adjetivo. Pero, ¿se puede negociar un gobierno y el contrario? Porque las políticas (sociales, económicas, territoriales...) a desarrollar con Iglesias y Rivera son unas y las opuestas. Y entonces, ¿dan lo mismo? ¿O qué negocia Sánchez? ¿Acaso carteras, cargos, presupuesto...?