Europa no se pone de acuerdo en quien le mande. En realidad, los que mandan en Europa no se ponen de acuerdo en quien mande. Y al otro lado del Canal aún eligen quién sustituirá a quien les ha mandado (no diré a dónde). En realidad, una parte del otro lado: solo los toreados tories van a acabar decidiendo sobre la continuidad del imperio en la Unión Europea (o sea, entre Boris y Jeremy) pese a que las elecciones a las que May y los conservadores llamaron confiados no les dieron mayoría suficiente. Tampoco para el Brexit. En realidad, la democracia es un británico más de vacaciones y esta Europa está como Juncker: en funciones... y a punto de jubilarse.