LA disputa del partido que enfrentó ayer a las selecciones de fútbol de Euskadi y Venezuela en Mendizorrotza supone, por diversas razones, un nuevo e importante paso en la justa y aún necesaria reivindicación de la oficialidad internacional para el combinado vasco. Fundamentalmente, porque doce años después, la Euskal Selekzioa pudo disputar un encuentro internacional en fechas FIFA, es decir, en el mismo periodo marcado por el organismo internacional del fútbol para que compitan las selecciones oficialmente reconocidas. Al mismo tiempo, porque el equipo tricolor pudo, una vez más, demostrar su potencial y su capacidad para competir de igual a igual con cualquier selección del mundo. Un aspecto crucial del encuentro de ayer fue, además, la importante respuesta del público en las gradas de Mendizorro-tza y en las calles de Gasteiz con el doble objetivo de animar a los jugadores en el aspecto meramente deportivo y para secundar la mayoritaria demanda de la oficialidad. Precisamente, la pobre asistencia al último partido que la selección de Euskadi disputó frente a Túnez en San Mamés, que ofreció una imagen desoladora aunque la progresiva disminución de público se venía detectando desde hace tiempo, fue el punto de inflexión que obligó a los responsables del fútbol vasco a aparcar las tradicionales citas amistosas de navidades y apostar de manera decidida por la disputa de partidos en ventanas FIFA. No ha sido nada sencillo, dadas las dificultades y fuertes reticencias impuestas por los organismos españoles. El partido de ayer es, en ese sentido, fruto de arduas y discretas negociaciones que cristalizaron como ya ocurriera en el histórico encuentro disputado en 2006 en el Camp Nou entre Euskadi y Catalunya, también en fechas FIFA, aunque posteriormente -y por razones claramente políticas- se volvieron a cerrar las puertas. La materialización de este nuevo paso para el reconocimiento de la selección nacional de Euskadi y el amplio apoyo recibido por la ciudadanía vasca debe ser un acicate para ampliar el horizonte, siempre desde el realismo, el diálogo y la negociación. El ineludible reto a afrontar será ahora la disputa de un partido en fecha FIFA frente a una selección europea de alto nivel que ofrezca al encuentro una mayor dimensión, repercusión y reconocimiento internacionales. Cada paso es un gran avance hacia la meta de la oficialidad.
- Multimedia
- Servicios
- Participación
