Del deshielo al diálogo
La reunión que mantendrán hoy los presidentes español y catalán, Pedro Sánchez y Quim Torra, debe significar el fin de la incomunicación y el inicio de un periodo en busca de acuerdos
LOS presidentes del Gobierno español, Pedro Sánchez, y de la Generalitat, Quim Torra, retoman hoy el diálogo entre ambas instituciones tras siete años de desencuentro y confrontación mediante una reunión que ambos mantendrán en La Moncloa y sobre la que no hay grandes expectativas de acuerdos. Sin embargo, el mero hecho de que tenga lugar el encuentro debe servir para el inicio de un posible proceso de distensión que, a su vez, llevara a un diálogo institucional y político franco, leal y viable basado en principios democráticos y cuyo objetivo debe ser alcanzar grandes acuerdos. Tras el largo periodo de incomunicación, el desalojo del PP y la llegada de Sánchez a La Moncloa han abierto la posibilidad de un nuevo tiempo en las relaciones entre Catalunya y el Estado. Una oportunidad que no se puede perder, y con ese espíritu parece abordarse -al menos, así se expresa- la cita de hoy. Una reunión que viene precedida por diversos hechos relevantes y en algún caso contradictorios, como el encontronazo entre Torra y el embajador español en Estados Unidos, la frialdad exhibida entre el president y el rey Felipe VI en la apertura de los Juegos del Mediterráneo o el anuncio por parte del Gobierno español de la presentación de un recurso ante el Constitucional contra la moción soberanista aprobada pocos días antes por el Parlament. Sin embargo, el traslado de los presos independentistas a cárceles catalanas se ha percibido como un signo claro de que Sánchez puede apostar por reconducir las relaciones y abrir una vía real al diálogo con Catalunya. Todo ello genera un clima de cierta esperanza pero también de escepticismo, con ambos ejecutivos lanzando mensajes y guiños en distintas direcciones. Torra afronta la reunión consciente de la dificultad de que su interlocutor pueda asumir su agenda, en la que plantea que los principales asuntos sobre la mesa son el derecho de autodeterminación, el referéndum y la libertad de los presos. Sánchez, por su parte, debe saber también que planteamientos como la mejora de la financiación y las inversiones en Catalunya y algunos traspasos de competencias no son ya suficientes para zanjar el asunto. Con todo, iniciado el deshielo y con un cierto compromiso de una segunda cita en otoño, la reunión Sánchez-Torra se presenta como la gran oportunidad de reconducir la situación y regresar al diálogo democrático.