Como máximo mandatario de Cantabria, cómo es posible que haya consentido que en el pueblo de Santoña unos niños salgan vestidos de falangistas con la bandera del régimen anterior y cantando el Cara al sol, lo que podríamos considerar apología del terrorismo franquista que tantas miles de víctimas ocasionó. Señor Revilla, el que escribe esta carta fue un gudari en 1936, que ahora tiene 97 años. En la Guerra Civil luché en un batallón vasco y fuimos hechos prisioneros pos los fascistas italianos en Santoña. Estos se portaron muy bien con nosotros hasta que vinieron las fuerzas nacionales y entonces se jodió todo. De Santoña pasamos al campo de concentración de Laredo. Estando en Santoña nos quedamos sorprendidos con los hombres de dicho pueblo cuando entraron las fuerzas nacionales, ya que se quitaban una camisa y dentro llevaban otra con el yugo y las flechas. Señor Revilla, usted sabe que en ningún otro país de Europa ni de América donde ha existido el fascismo se mantienen símbolos de ideología fascista. Ustedes, sin embargo, siguen manteniendo la simbología franquista con Franco en el mausoleo del Valle de los Caídos, mientras que en Santoña tienen el monumento a Carrero Blanco y otros muchos que después de cuarenta años de la muerte del dictador todavía no han sido retirados. Eso también es apología del terrorismo. Los demócratas queremos la PAZ, con mayúsculas y este gudari de 1936 que odia la violencia venga de donde venga lo que desea es “la verdad, la memoria y la reparación” de las víctimas del franquismo.
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