Durante los incidentes producidos el pasado 3 de marzo en el Casco Viejo de Gasteiz, un grupo de manifestantes cruzó mi coche como barricada. La Brigada Móvil de la Ertzaintza, para acceder a disolver a los concentrados, arrolló mi coche con la furgoneta y le ocasionó serios desperfectos. Personado minutos después ante dicha furgoneta, el mando me indicó que no les había quedado más remedio, que eran “daños colaterales” para salvaguardar su seguridad y que no habría ningún problema para resolver los desperfectos. En ese momento, dieron el aviso a la central del incidente. Personado el día 4 en la central de la Ertzaintza en Gasteiz, me tomaron los datos, me pidieron que les narrara los desperfectos (pensé que ellos lo iban a hacer por medio de un perito) y que ya me llamarían. El mismo día 4 di cuenta a mi seguro automovilístico del incidente, dándose la casualidad -buena a priori- que es el mismo que utiliza la furgoneta en cuestión. Pasan los días y ni una sola noticia. Mientras tanto mi coche, en días de abundante lluvia y nieve... continuó empeorando su situación, pues la embestida policial movió la base de la carrocería, lo que provocó goteras en el interior, desajustes de las funciones electrónicas, además de la rotura de focos, intermitentes, antiniebas, carrocería y paragolpes de toda la parte derecha delantera. Mi seguro ha llamado varias veces a la central, de donde depende dicha Brigada Móvil, en Bizkaia. Su respuesta es que dicha furgoneta se vio envuelta esa noche en dos detenciones y que no les podían suministrar la matrícula. Sin la cual, por cierto, no puede realizarse parte de accidente posible. No entiendo la relación posible entre un hecho y el otro. Han pasado más de dos meses y se me sigue sin notificar solución alguna. El coche ha envejecido más que en sus 25 años anteriores (solo tiene 100.000 kilómetros) y yo no tengo montante para adelantar el arreglo ni meterlo en un garaje. Muestro mi cabreo público y sigo esperando que se dignen a arreglarme los “daños colaterales” que esa noche, al menos a mí, me ocasionaron.