“¿Aita, sabes lo que han hecho unos? Han sacado la basura de los contenedores y la han esparcido en la entrada de la ikastola. Y también en el parque, por los bancos y en los columpios”. Así de asombrados e indignados han llegado esta semana nuestros hijos a casa. Niños y niñas todos ellos menores de doce años. A los aitas y amas nos ha tocado explicarles lo inexplicable: que quienes limpian el pueblo están en huelga y ensuciarlo todo es su forma de protestar. Afortunadamente no lo han entendido. Ojalá nunca lo entiendan. Será el mejor ejemplo de que hemos avanzado hacia una sociedad mejor y más moderna que no perjudica al otro en beneficio propio, pero con ejemplos así complicamos mucho esa necesaria evolución social y educativa. Quien demuestra un comportamiento tan sucio, y nunca mejor dicho, nada merece. Al menos no con nuestros impuestos.
- Multimedia
- Servicios
- Participación