No hay días para las difuntas
Parece que hay fechas en el calendario que saltan a los ojos por ser días especiales. Una de ellas es el 8 de marzo, día que viene a significar la lucha diaria y constante que han tenido y tenemos que hacer las mujeres para conseguir la igualdad con los hombres. Luchas que hasta en tiempo de paz se cobran muertas. Y digo muertas porque los hombres mueren en guerras provocadas y patrocinadas por ellos mismos, pero las mujeres mueren y son asesinadas en la batalla diaria por permanecer en el sitio que legítimamente nos corresponde por el hecho de haber nacido y ser lo que somos: mujeres. Miro atrás y veo a los señores feudales ejerciendo el privilegio de la prima nocte y ahora veo a los señores de la calle y de la noche violando a cualquier mujer que se ponga por delante. Sigo mirando y veo que existen sociedades mutilando sexualmente, esclavizando, prostituyendo, usando y asesinando a las mujeres sin que intervengan los cascos azules o los estados que se definen como civilizados. Y vuelvo la mirada al calendario y veo el 1 de noviembre, día de Todos los Santos o de los difuntos, como si no hubiese mujeres en esas filas. Y no me digan que el lenguaje utilizado es el genérico, porque en ese escribir, hablar, pensar y sentir generales se escudan los gobiernos y muchos hombres para no atacar los valores que siguen privilegiando a la mitad de la humanidad frente a la otra mitad. No hay día de difuntas pero cada vez hay más días con muertas. Habrá que hacer algo más que pasar la hoja del calendario, ¿no creen?