Zarra, un legado más allá del fútbol
Existen algunas circunstancias, mediante las cuales, puede interpretarse tanto el pasado histórico futbolístico como el sentimental de un pueblo para comprender el presente. Telmo Zarra y San Mamés se han convertido en dichos referentes. Son, por tanto, verdaderos polos de atracción, sensibilidad y sentimientos. El pasado 23 de febrero tuvo lugar el octavo aniversario del fallecimiento, a los 85 años de la internacionalmente considerada -especialmente por los suecos- como la mejor cabeza de Europa, después de la de Churchill. Al margen de su impresionante legado deportivo, resulta también de interés destacar la calidad humana del goleador rojiblanco. Debutó en el Athletic el 29 de septiembre de 1940 y concluyó su etapa con los leones quince temporadas más tarde. Asimismo fue máximo goleador de la competición española por espacio de sesenta años -marca recientemente batida por Messi-, con 251 goles en 333 partidos, además de ganar Ligas y Copas con los de San Mamés. Igualmente, sus 81 goles en la Copa le colocan como máximo artillero de la competición del K. O. Telmo Zarra recibió numerosos galardones, homenajes, distinciones, etc, pero sobresalió extraordinariamente en el aspecto social. Así, concluida su estancia en La Catedral, disputó dos temporadas en Segunda División, de manera gratuita, con Indautxu y Barakaldo. Del mismo modo jugó encuentros con los veteranos de Bizkaia para recaudar fondos destinados a obras benéficas. Por otro lado, el Ayuntamiento de Mungia construyó una urbanización en su nombre, con lápida incluida, quedando también su nombre incluido en el callejero municipal local. Telmo Zarra o la apuesta por una identidad fascinante.