No hace mucho tiempo que fui nombrado administrador judicial en el procedimiento de quiebra de una importante empresa de Gernika. En pleno proceso Concursal, recibimos una importante remesa de dinero como pago a una exportación realizada con anterioridad. Decidimos, el comisario y yo, previo acuerdo con todos los sindicatos, repartir aproximadamente el 80% del importe entre los trabajadores, en proporción a los créditos que tenían con la empresa. Posteriormente los síndicos representantes de las empresas acreedoras presentaron ante el juez una demanda contra el comisario y el administrador judicial por excederse, según ellos en sus funciones. La resolución judicial desestimó la demanda y amonestó a los demandantes.

Ahora me pregunto, ¿para quién es la comisión ética? A) Para un profesional como el señor Toña que tiene gran humanidad, una profesionalidad fuera de duda y una ética social que muy pocos pueden demostrar. B) Para los jueces, de los cuales estamos cansos de resoluciones en el ámbito judicial tan dispares en todos los aspectos y no digamos nada en temas de orden político y concursal. C) Para algunos políticos, que por su ignorancia en el tema, abren mucho la boca, para ir cerrándola poco a poco para que no se les note, o sea, que reculan según se van enterando. En fin, señor Urkullu, usted ha elegido a la persona idónea, pero esta decisión a algunos nos les agrada, como casi todas. Muy bien los sindicatos han estado en su sitio, cosa que a algunos compañeros políticos no les ha debido gustar.