Enhorabuena, señor Iturgaiz

De buena se ha librado, señor Iturgaiz, pero, por fin, el señor Arias Cañete ha corrido turno y le ha hecho un hueco en el Parlamento Europeo para que siga trabajando y tenga esas lustrosas intervenciones por este país, Euskadi.

Es una pena que por el camino haya dejado al señor Mayor Oreja y supongo que ahora se encontrará huérfano políticamente... ¡Qué le vamos a hacer! Ya es mayorcito para andar solo por esos pasillos y salas de la corte europea.

Señor Iturgaiz, de verdad, enhorabuena, ya ve que nunca es tarde si la dicha es buena y por fin ha alcanzado sus deseos y necesidades, sin tener que recurrir al paro, desempleo o, tal vez, a la búsqueda de nuevos trabajos.

Espero que sepa corresponder elegantemente con el pueblo que le votó para conseguir, desde el puesto 16, ese hueco allá en Europa y que, de verdad, sus intervenciones, propuestas, proyectos y ese sinfín de trabajo del que usted hace gala se vea recompensado para próximas convocatorias o, por el contrario, llegue a ocupar los últimos puestos de la lista.

Le repito, enhorabuena, y que sea en buena hora para usted la llegada al Parlamento Europeo.