Osakidetza, con toda sutileza y aprovechando la época estival, ha impuesto un recorte asistencial en los centros educativos de Santurtzi y Portugalete. Ha llamado reorganización de recursos asistenciales a la supresión de la labor asistencial y de los profesionales de Salud escolar en estos centros. Yo, que soy madre de uno de los alumnos afectados, lo llamo recorte de asistencia sanitaria en el ámbito escolar. Una asistencia legislada y que todo niño o adolescente escolarizado tiene derecho a recibir. Ley que da cobertura también y asesoramiento sanitario a los profesionales de Educación. Será un recorte con el que se encontrarán en septiembre los profesores y alumnado de los colegios e institutos afectados, cuando no tengan la referencia de los profesionales de salud escolar para atenderles, aconsejarles y dar cobertura a temas de salud como: las vacunaciones de 13 y 16 años, las pautas ante un brote de meningitis y ante epidemias de piojos, los reconocimientos donde se detectan problemas visuales, ortopédicos, músculo esqueléticos y las charlas de educación sanitaria sobre nutrición, desórdenes de alimentación, obesidad , prevención de hábitos tóxicos, relaciones afectivas, etc. Prescindir de la salud escolar ha sido una “brillante idea” de los integrantes del equipo directivo de Comarca Ezkerraldea, quienes probablemente no tengan ningún hijo escolarizado en estos centros afectados. Tengo mis dudas de que se pueda mantener la calidad asistencial sin este servicio de salud. Es ahora el momento de que los afectados nos unamos y pidamos al unísono a Osakidetza que evite el desmantelamiento de servicios asistenciales que funcionan adecuadamente, que no perjudiquen a los escolares de esos municipios, discriminándoles del resto de alumnado y en definitiva que pongan un poco de cordura al ejecutar medidas de ahorro.