Ni un día más en el TC
Aun si ignorar la Constitución, la Ley del Poder Judicial y la del propio Constitucional y el sentido común en la independencia judicial no fuesen motivo para su cese, De los Cobos traicionó la confianza del Senado que le designó al ocultarle su militancia
LA militancia en el PP del presidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, revelada a raíz de la filtración de documentos del sumario del caso Bárcenas y confirmada posteriormente por él mismo ante los miembros del pleno del TC, solo puede tener como consecuencia su dimisión inmediata o, en su defecto ante la actitud que De los Cobos mantiene, la reprobación y su posterior revocación del cargo por el pleno en aplicación de los arts. 23 y 24 de la Ley Orgánica que rige las actuaciones del alto tribunal. Aunque el todavía presidente del TC pretenda aferrarse a la literalidad del art. 159.4 de la Constitución que limita la incompatibilidad de los miembros del tribunal al desempeño de "funciones directivas en un partido político", solo lo hace en la consciencia y el interés de ignorar la literalidad del art. 127.1 del mismo texto constitucional -"Jueces y magistrados, así como los Fiscales, no podrán (...) pertenecer a partidos políticos o sindicatos"-, trasladado textualmente a la Ley Orgánica del Poder Judicial, en su art. 395 y con su reflejo consiguiente en el citado art. 23 de la Ley Orgánica del TC, que estipula como causa de cese de un magistrado del TC "incurrir en alguna causa de incapacidad de las previstas para los miembros del poder judicial". Es decir, la continuidad de De los Cobos en el TC supondría obviar nada menos que un artículo de la Constitución, otro de la Ley Orgánica del Poder Judicial y otro de la Ley Orgánica del TC, un impresionante sinsentido jurídico de imposible explicación que implica el riesgo de viciar todas y cada una de las decisiones del más alto tribunal de la Justicia española. Pero aun si todo ello y el sentido común en el respeto a la independencia judicial y en el cumplimiento de las leyes por aquellos que tienen la responsabilidad de impartirlas no fuese suficiente, como la actitud de De los Cobos y del pleno del TC parecen mostrar, la militancia en el PP de De los Cobos entre 2008 y 2011 supone también traicionar la confianza del Senado, a propuesta del que logró su nombramiento como magistrado del TC previo a su elección como presidente y al que en diciembre de 2010 ocultó su militancia en el partido de Rajoy en la comparecencia para plantear ante la cámara todos los aspectos que él entendía que esta debía conocer antes de proceder a su designación.