Un pequeño hito

TODOS los partidos políticos vascos -con la incógnita in extremis del PP, planteada ayer mismo por Antonio Basagoiti- celebran hoy en Donostia un acto conjunto de homenaje a "todas las víctimas" de la violencia y el terrorismo. De unirse finalmente los populares, sería un pequeño hito en el camino hacia una convivencia pacífica en Euskadi. Será la primera vez en que representantes de todas las fuerzas políticas se unen en un acto de homenaje de estas características, por simbólico y sencillo que este sea. No ha sido tarea fácil y, como suele ocurrir en estos casos, todos han tenido que ceder de alguna manera para que este acto pueda llegar a celebrarse. La iniciativa parte de la Comisión de Derechos Humanos del Ayuntamiento donostiarra, donde están representados Bildu, PNV y PSE, y coincide con el Día Internacional de los Derechos Humanos. Es evidente que para partidos como el jeltzale y el socialista, más allá de otras consideraciones o matizaciones, no resulta en modo alguno extraña la asistencia a eventos de reconocimiento a las víctimas que se vienen celebrando con normalidad en Euskadi. Pero para la izquierda abertzale supone un paso importante que se le ha venido exigiendo desde hace tiempo y que debe ponderarse en su justa medida. No es, obviamente, un reconocimiento -que resulta también necesario de cara al futuro- de que gran parte del daño causado en Euskadi durante cuarenta años se ha debido a la actitud de ese mundo, que en muchos casos ha dado cobertura política y social a los crímenes de ETA. Pero sí significa un cambio de actitud digno de tener en cuenta, aunque su sinceridad y compromiso deberán confirmarse con serenidad en el futuro. Se trata de gestos incipientes en la buena dirección. Más allá de algunas declaraciones, el propio Pernando Barrena participó hace unas semanas en un acto con víctimas de ETA, aunque también han sido elocuentes las ausencias de la izquierda abertzale en otros actos como en Getxo, Beasain o en el aniversario del asesinato de Inaxio Uria al exigir su familia que solo acudiesen quienes condenan la violencia. Este tipo de ciabogas no son sencillas. Con todo, el acto de hoy con la fotografía de todos los partidos en un homenaje a todas las víctimas debe ser el mínimo común, el inicio de un camino aún muy largo.