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Reindustrializar Euskadi

En un contexto de grave crisis económica, el nuevo Gobierno vasco deberá afrontar el reto de diseñar una estrategia global al estilo de lo que se hizo en los ochenta, con base en la tecnología y la investigación y que tenga reflejo en una industria real

EL presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha insistido de nuevo estos días en que el próximo año será "mejor" que el presente 2012 en materia económica y que ya en 2014 se empezará a crear empleo en el Gobierno español. Un vaticinio que realmente suena a desideratum, porque no hay indicadores reales de que con las medidas que está tomando su Ejecutivo la tendencia actual de la economía revierta en el contexto de una profundísima crisis agravada además por políticas de austeridad extrema que están poniendo en peligro no solo el presente sino también el futuro en forma de recuperación. Los últimos datos de la propia Alemania -el motor de Europa- así lo atestiguan, sobre todo después de que el Bundesbank haya rebajado drásticamente la previsión de crecimiento del PIB sin descartar incluso una contracción de la economía. Así las cosas, el próximo Gobierno vasco que esta próxima semana se configurará en torno a Iñigo Urkullu como lehendakari tendrá una tarea inmensa y prioritaria para favorecer la recuperación y la creación de empleo. Por mucho que el hasta ahora lehendakari, Patxi López, intente rebajar su responsabilidad y afirme que su herencia no obligará a Urkullu a tomar decisiones drásticas, lo cierto es que la situación es muy grave. Los datos cantan, tanto en número de parados como en cierres de empresas. Si en 2009, cuando la crisis empezaba a azotar duro, los ERE eran utilizados por las firmas vascas como mecanismo para salvar la empresa y la propia plantilla sin recurrir a despidos, ahora, en 2012, los trabajadores están pagando cara esta coyuntura, hasta el punto de que se ha triplicado el porcentaje de empleados que se quedan en la calle. La economía necesita un revulsivo que, como indica el subdirector general de Tekniker, Luis Uriarte, solo puede venir de la mano de una estrategia global que, con base en la tecnología y la investigación, tenga su desarrollo en la reindustrialización de Euskadi. Ya ocurrió tras la crisis de los ochenta, con una apuesta decidida y concertada desde los sectores público y privado en favor de la industria vasca. Ahora, se necesita un nuevo impulso en este sentido, mirando mucho más allá de Euskadi, del Estado español e incluso de Europa. Es ahí donde nuestro país se juega el futuro para varias generaciones.