Los griegos dan un respiro a Europa
La victoria de los partidarios del euro y del rescate en las elecciones de ayer supone un alivio para la UE, pero debe tenerse en cuenta que Grecia ha demostrado que sigue muy dividida y que al menos deberán suavizarse las condiciones del ajuste
EL alivio recorrió ayer la Europa oficial. Los resultados de las elecciones legislativas celebradas en Grecia por segunda vez en mes y medio dieron una mayoría de escaños a las formaciones partidarias del mantenimiento del país heleno dentro de la Eurozona y del rescate impuesto por la Unión Europea y la troika. La victoria del conservador Nueva Democracia liderado por Andonis Samarás supone un respiro, al menos momentáneo, para quienes veían peligrar los planes de la UE y, sobre todo, por lo que podía suponer como consecuencia primordial: la salida de Grecia del euro y la vuelta a una moneda propia. No cabe duda de que esta opción supondría un evidente riesgo de desestabilización y de desconfianza de los mercados que llevaría a un efecto contagio a países que, como España o Italia, están en la cuerda floja. Europa veía con suma preocupación una posible victoria del pujante partido de la izquierda griega Syriza, que ha logrado aglutinar a muchos sectores descontentos y contrarios a plegarse a las durísimas condiciones que se le están imponiendo a la población griega sin que los verdaderos culpables de la grave situación del país hayan pagado por ello. Castigo que sí ha sufrido electoralmente el Pasok, que sigue registrando un serio desgaste por su nefasta política en el Gobierno y por haber engañado a propios y extraños. La fuerte presión de la UE, con amenazas poco veladas a los griegos, ha surtido su efecto. Pero no todo está hecho en Grecia. Más allá de lo que a partir de hoy mismo dicte la dictadura en la que se han convertido los mercados, los partidos deben afrontar ahora unas complicadas negociaciones. Primero, para formar Gobierno, cosa que -a la vista está- no ha sido ni será una asignatura sencilla. La mayoría que formarían los conservadores y socialdemócratas es suficiente para gobernar, pero el Pasok ya ha advertido de que un ejecutivo de unidad debería contener también a la izquierda radical de Syriza. Un cóctel explosivo que, sin embargo, podría tener la virtualidad de sumar fuerzas para conseguir una renegociación de las condiciones del rescate que puedan aliviar a la población. No debe olvidarse que, pese a la victoria de los partidarios del rescate y del euro, Grecia demostró ayer estar muy dividida, con una amplia capa de población que se niega a asumir los dictados de nadie, aunque se llamen UE, FMI o Merkel.