Euskera en red, la esperanza

UNA multitud de decenas de miles de personas se acercó ayer a Trapagaran para celebrar la edición de este año de Ibilaldia, organizada por la ikastola Itxaropena. Una jornada festiva, de reivindicación y de compromiso con el euskera y con la educación en lengua vasca. Las ikastolas vizcainas llevan celebrando el Ibilaldia desde 1978, en tiempos aún muy difíciles tanto para el euskera como para estos centros educativos, nacidos del esfuerzo colectivo de un pequeño grupo de gente que arriesgó y supo ver cuál era el futuro. Hoy, con el proceso de normalización y euskaldunización en marcha y con la educación en euskera garantizada, sigue habiendo, sin embargo, espacios de mejora en los que cabe incidir. Son también tiempos difíciles. La dura crisis económica está afectando, quiera reconocerse o no, al sistema educativo, a la educación de nuestros hijos e hijas. Ayer en Ibilaldia, una de las palabras más frecuentes que utilizaron tanto los participantes como los responsables educativos y políticos era precisamente la de crisis. El aspecto positivo es que todos coincidieron en que la educación debe estar al margen de los recortes y que cualquier medida que se tome con el único objetivo de gastar menos repercute de forma negativa, aunque, como en otros aspectos, los matices son importantes. De ahí que la tantas veces repetida aseveración de la consejera Isabel Celaá de que "recortar en educación es el mayor error" y supone "hipotecar el futuro", más allá de que sea cierta, no significa que la tijera no haya llegado al mundo educativo vasco, como se encargaron de recordar los responsables de las ikastolas. Hay aspectos, como la educación y el euskera, que tienen que estar blindados a los recortes y este compromiso firme tiene que ser asumido y respetado por todos los poderes públicos. La mejor prueba de que el consenso social en Euskadi con respecto a este asunto existe son las miles y miles de personas que se dieron cita ayer en Trapagaran. Lo que conduce también al lema elegido por la ikastola Itxaropena para esta edición, Ibipuntuzero, vinculando el euskera con las redes sociales, con internet, con las nuevas tecnologías. Es ahí donde está el futuro, la esperanza (itxaropena) de la supervivencia de nuestra lengua.