Hace unos días Marina Salas visitó el teatro Gayarre de Pamplona para meterse en el papel de Ana Velasco en Los farsantes, una obra que habla de los sueños, del éxito y del fracaso, y que invita a hacer una reflexión sobre la vida y sobre lo importante que es disfrutar de cada momento. “Creo que nuestras metas no son más que excusas para ir viajando y aprendiendo”, afirma la actriz catalana.

PERSONAL

Fecha y lugar de nacimiento: 1988, Cornellà de Llobregat.

Trayectoria: En teatro ha participado en espectáculos como La infamia, Siempre viva, La casa de Bernarda Alba, Fausto, Luces de Bohemia y actualmente está de gira con Los farsantes. En televisión ha partipado en numerosas series de éxito como El barco, Los nuestros, Desaparecida, Carlos, rey emperador o La Zona. En cine también puede sumar muchos títulos a su curriculum, y entre ellos destacadan Tres metros sobre el cielo y Tengo ganas de ti, que le dieron proyección internacional, y su papel protagonista en El Cover, de Secun de la Rosa.

A finales de enero la gira de Los Farsantes llegará a su fin y en su recorrido ha cosechado muchos éxitos. ¿Con qué sensación se queda? 

La gira ha funcionado muy bien, es una obra muy disfrutona y estamos muy contentos. Tenemos muy buen ambiente en el equipo y girar en familia siempre es muy gustoso. El público ha llenado las salas y en algunas ciudades como Pamplona se vendió tan rápido que nos pidieron hacer dos funciones. Que los teatros se estén llenando es de agradecer, yo hacía mucho que no veía una cosa así, y es verdad que cuesta, los teatros no son fáciles de llenar. 

Su personaje empezó interpretándolo Bárbara Lennie en Madrid, pero usted le ha dado el relevo para seguir dándole vida durante la gira, ¿qué tal fue la adaptación a un equipo que ya había echado a rodar?

Muy bien. Tenía que tomar el relevo de algo que ya estaba creado y aportarle mi toque personal. Ha sido un trabajo muy interesante. Barbara y yo somos muy diferentes, cada una tiene su energía, pero no encontré ningún tipo de presión por las comparaciones. En esta compañía me he encontrado con gente que me ha acogido muy bien y me han dado todo su apoyo desde el principio. Lo hemos vivido como un proceso natural.

Haciendo alusión al título, Los farsantes, ¿tienen mucho de farsantes los actores?

Es una obra que a todos los artistas nos interpela porque al final habla de nuestra vida, de nuestro universo, de nuestras preocupaciones, sufrimientos y alegrías, pero creo que también llega a todo el mundo, estés en el gremio que estés, porque habla del éxito, del fracaso, de conseguir tus sueños... A mí me gusta mucho porque requiere que sepamos reírnos de nosotros mismos, y eso es muy divertido.

Marina Salas junto a Javier Cámara en la obra ‘Los farsantes’. Manuel Puertas

Además es un texto que gira entorno a esas máscaras que, de una manera u otra, todos llevamos puestas en ciertos momentos, ¿para escondernos quizá?.

El texto de Pablo Remón habla de que todos llevamos una máscara, de hasta qué punto finges o no... También trata del empeño que ponemos en conseguir algo, de hasta donde los sueños que tienes son realmente tuyos y no de otro, de hasta dónde uno se cree su propio personaje... Pablo Remón es uno de los mejores dramaturgos de este país, y este texto tiene muchas capas, aborda muchos temas y los entrelaza sin que apenas te des cuenta. Toca muchas notas y hace una melodía muy compleja. Emplea la risa y la comedia para ir soltando temas sin apenas darte cuenta. 

Es una obra que anima al público a hacerse preguntas, ¿es importante que cada persona haga su propia reflexión?

Creo que sí, además es inevitable porque aunque no te las hagas tú, la vida te las va a plantear. A todos nos pasan cosas y de los grandes fracasos se aprende. Creo que al final la vida no va de conseguir algo, sino de vivir el proceso, de lo que aprendas en el camino. Cada uno tenemos nuestra carretera.  

Y en una carrera con éxitos y fracasos, ¿cómo se puede aprender a gestionarlos bien? 

Creo que hay que preguntarse ¿qué es realmente el éxito y el fracaso? Cada uno tiene una concepción, y para una persona algo muy, muy pequeño puede ser un gran éxito. Para mí lo más interesante es ver cómo la concepción de éxito y fracaso ha ido cambiando a lo largo de mi carrera, desde que empecé hasta ahora. Me he dado cuenta de que la vida está llena de divinos detalles. Todo depende de las gafas que te pongas, de la mirada y la forma de ver la vida. 

Pero además de esa mirada personal, ¿también influye la mirada de los demás?

En el mundo de la interpretación, así como en otras profesiones que están más expuestas a la opinión pública, no solo cuentan tus deseos, sino los de los demás, porque tu carrera, tus éxitos y tus fracasos están en boca de todos.

Con esta obra vuelve al teatro, un medio que según muchos actores tiene una magia especial. ¿Es así?

Tiene la magia del momento, la magia del cuerpo presente. Hoy en día, con tanta tecnología de imagen, tener a alguien a en carne y hueso delante tiene una energía especial. En el teatro, sobre el escenario, vives esa sensación de estar presente y no poder esconderte, y eso es muy mágico. Ese lazo que se establece con el público no se produce en otros medios. Y también es muy especial entre los propios actores, porque es como un juego con el compañero, generas la confianza, complicidad, creación con el otro... es algo que no depende solo de ti.

"Ante los nuevos retos siempre entran vértigo y dudas... Supongo que es inevitable"

A lo largo de su carrera le hemos visto en teatro, televisión y cine. ¿Un privilegio trabajar en todos los medios? 

Sí, es un privilegio poder combinar, poder pasar de uno a otro. Es lo que más me gusta, porque suele ocurrir que cuando estás en uno echas de menos el otro. Es un lujo combinarlos pero a veces cuesta porque en este país se suele encasillar mucho a los actores. En otros países los actores van de un medio a otro de una forma más natural, aquí no tanto, no tenemos esa cultura. Y a mí me gusta mucho esa concepción de actor o cómico que puede hacerlo todo. Ese poder variar y cambiar es precisamente lo que más me gusta y por eso elegí ser actriz. 

Repasando su carrera como actriz, muchos espectadores le conocieron en la serie El barco, ¿qué queda de aquella joven Vilma a la que dio vida?

Yo creo que todo. Cada trabajo que haces te construye para los siguientes, te influye en quién eres, igual que las personas con las que te encuentras en el camino, y sobre todo en esta profesión que la vivimos de forma tan intensa. Todo ha influido en mi forma de ser y en la actriz que soy. Cada compañero y compañera te va dejando su huella, se van creando lazos, familias... y ese es uno de los regalos de nuestra profesión.

Después rodó Tengo ganas de ti y A tres metros sobre el cielo, ¿un antes y un después en su carrera?

Fueron proyectos muy vistos a nivel internacional, sobre todo en latinoamérica, y fueron un bombazo. 

Lo que conlleva mucha popularidad, ¿quizá la parte más difícil de llevar?

Sí, es complicado, pero forma parte de nuestro trabajo y creo que es mejor vivirlo que no vivirlo. 

El año pasado descubrimos su faceta como cantante en El Cover, de Secun de la Rosa, ¿un reto?

Fue un proyecto increíble, lo disfruté mucho, y creo que es uno de los mejores papeles que he hecho. En la escuela de teatro había hecho algo de claqué, danza y canto, pero tuve que trabajar mucho para este papel. Me gusta mucho la música, al principio me daba vergüenza cantar en público, pero fue una experiencia especial y única. Ante los nuevos retos siempre te entra algo de vértigo y dudas de si serás capaz o no. Muchas veces pienso: Marina, pero cómo te pasa esto, si ya vas sumando, si cada vez tendrías que estar más segura... Supongo que es inevitable.  

Fue una película que se rodó en plena pandemia.

Para Secun era su primera película como director e hizo un trabajo tremendo para sacarla adelante. Fue uno de esos rodajes que se me van a quedar en la memoria para toda la vida por la cantidad de cosas que nos pasaron. Además, creativamente surgieron lazos muy bonitos. Creo que Secun tiene un futuro por delante enorme como director, tiene un universo propio, diferente, particular. Es autor y creo que como director nos va a regalar cosas muy bonitas.

Y de un tema musical ha pasado a otro, recientemente ha participado junto a Alejandro Sanz en un videoclip, ¿cómo surgió este proyecto?

No lo sé muy bien, me llamaron y me encantó la idea. Yo antes ya era muy fan de Alejandro Sanz, pero desde que le he conocido todavía más. Es encantador y tiene una sensibilidad brutal. Es un gran artista y cuando le conocí entendí por qué es quien es. El rodaje duró solo un día pero para mí fue como un sueño o más, porque jamás en la vida habría soñado con algo así. Hace un tiempo también hice un videoclip con Ara Malikian y Natalia Moreno porque son amigos míos, pero fue algo puntual. 

¿Qué proyectos tiene entre manos este año?

Tengo pendiente de estreno un par de cosas, una es Has estado, hace tiempo. Y este año trabajaré en un par de proyectos muy bonitos, pero todavía no puedo desvelarlos.