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Los tártaros rechazan reconocer Crimea como territorio ruso

Este reconocimiento, propuesto por Trump, podría ser devastador para cientos de miles de personas de esta minoría

Los tártaros rechazan reconocer Crimea como territorio rusoEFE

La intención del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer Crimea como territorio ruso, parte de su plan de paz para Ucrania, supone una grave amenaza para los tártaros de Crimea, el pueblo indígena de esta península, que se enfrenta a una represión implacable desde su anexión ilegal por Rusia en 2014. Para los tártaros, una minoría musulmana cuyas esperanzas de renacimiento cultural dependen de que Crimea vuelva a estar bajo control ucraniano, esa medida legitimaría las “políticas de etnocidio” de Rusia, según el Mejlis, su órgano representativo prohibido por Moscú.

La ocupación rusa ha supuesto la detención de cientos de activistas, la supresión de prácticas religiosas, la rusificación forzosa y la destrucción del patrimonio cultural. El traslado masivo de rusos a Crimea ha alterado su composición demográfica y marginado aún más a la población autóctona.

El Mejlis advierte de que el reconocimiento del dominio ruso también ignoraría la deportación soviética en 1944 del pueblo tártaro de Crimea, un genocidio que define su historia junto a la conquista rusa de su Estado en 1783.

Los tártaros de Crimea y los ucranianos comparten profundos lazos históricos y culturales, reforzados por sus heridas compartidas que no cicatrizan debido a la constante agresión de Rusia, señaló Ajmet Bekir, de 51 años, del Centro Cultural Tártaro de Crimea en Leópolis.

“Fuera de Ucrania, no tenemos otra patria”, subrayó, hablando en una sala donde los tártaros de Crimea locales se reúnen para practicar su lengua, crear bordados étnicos y otras artesanías y soñar con su futuro.

Nariman Dzhelyal, destacado político tártaro de Crimea, liberado del cautiverio ruso tras pasar tres años en prisión por cargos falsos, subrayó la firme postura de Ucrania.