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Cocinero de Erandio en Tailandia: "En el terremoto pensé que en un segundo todo se acababa para mí”

El chef vizcaino, David Aparicio, relata en primera persona cómo vivió los primeros momentos del terremoto de 7,7 que este viernes sacudió el continente asiático

En imágenes: Un cocinero de Erandio relata cómo vivió el terremoto de TailandiaDavid Aparicio

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"No sabíamos lo que pasaba. El suelo se movía y parecía que estábamos mareados", con esas palabras relata David Aparicio, chef deErandio que trabaja en Tailandia, cómo vivió el momento del terremoto que el viernes sacudía con fuerza diferentes zonas del continente asiático. Todo pasó rápido, demasiado. "Ahí me di cuenta de que no controlaba absolutamente nada", explica a DEIA, ahora más tranquilo y en compañía de Alai, su perra. Cuando pasó todo pensó en cómo estaba su mujer y su compañera perruna: "¿Dónde está Paola?" . Su corazón –cuenta Aparicio– latía rápido, a 350 por hora. "Estaba preocupado, muy aturdido", describe todavía con el miedo en el cuerpo.

El movimiento de tierra de una magnitud de 7,7 sorprendía al cocinero en un hotel de Bangkok donde trabaja de chef ejecutivo. La primera sacudida fue suave, pero en la segunda vieron como "las lámparas se movían, la gente gritaba, corrían".

Llamada a su ama

El hotel en el que trabaja en la capital de tailandesa se encuentra a unos 5 kilómetros del rascacielos en construcción que colapsó por el movimiento de tierra y que atrapó a 50 trabajadores. "Nos pilló por sorpresa. No sabíamos lo que estaba pasando", cuenta a más de 10.000 kilómetros de distancia de Erandio, donde reside su ama: "Cuando pasó llamé a mi madre para que estuviese tranquila", explica.

Según relata el cocinero intentaron evacuar a las personas que estaban en el hotel aunque "no fue más allá" y no hubo que lamentar daños personales. "Intenté liderar la evacuación, guiar a las personas, ayudar a la gente del hotel. Por fuera estaba calmado. Por dentro, completamente roto", asegura David.

El epicentro del seísmo se produjo en Birmania aunque en Tailandia la sacudida fue "fuerte" y provocó el caos entre la población. "El terremoto fue duro y hemos pasado miedo", lanza.

Ahora tras el miedo vivido intentan recuperar la normalidad poco a poco, pero es complicado olvidarlo y te hace replantearte la vida. "Fue el momento más frágil y más real que he vivido en mucho tiempo. Es como si la vida te dijera de golpe: “Eh, que esto se acaba en un segundo”.

Comunidad vasca

El terremoto que ha sacudido con virulencia algunas zonas del continente asiático se ha cobrado la vida de más de 1.600 personas y, según las autoridades, la lista irá aumentando porque todavía son muchos los desaparecidos. Los heridos ascienden a los 3.400, tal y como recoge el último parte oficial.

"Es una tragedia tremenda. Y me parte el alma pensar todos los muertos que hay", dice David. Los edificios, puentes y casas se han desplomados a pocos kilómetros de donde estaba trabajando el chef vizcaino. "Cuando sientes el temblor en tus pies y luego ves lo que ha pasado a unos cientos de kilómetros, entiendes que podía haber sido yo quien uno de los muertos".

En la zona en la que trabaja Aparicio hay una pequeña comunidad de vascos. En el grupo de WhatsApp que comparte con otros vascos todos han dicho que están bien. "Nadie ha sufrido ningún daño, pero el susto no nos quita a ninguno", explica.

El terremoto, un capítulo para su libro

David Aparicio lleva tres años viviendo en Bangkok y este terremoto le ha servido para recapacitar y darse cuenta de lo efímera que es la vida: "Este terremoto no solo ha movido el suelo. Ha movido mi vida. Me ha sacudido por dentro".

Hasta el punto de que, según David, lo vivido en el terremoto se ha convertido en protagonista de uno de los capítulos más potentes del libro que está escribiendo y al que va a titular Imposible a Indomable. "Es una historia real sobre cómo dejar de obedecer a una vida que ya no vibra contigo y empezar a escribir la que sí", concluye el chef.

El terremoto de Tailandia ha removido por dentro al cocinero vasco. Aunque su cuerpo sigue en estado de shock, su alma está despierta. "Algo se ha activado dentro de mí. Hoy estoy tomando decisiones que llevaba tiempo postergadas. Ya no hay tiempo para vivir dormido", concluye.