El acuerdo entre el Gobierno de Reino Unido y el Partido Unionista Democrático (DUP) para recuperar la normalidad política en Irlanda del Norte implica la eliminación de los controles establecidos en el tráfico de mercancías tras el Brexit si estos productos tienen como destino final territorio norirlandés, es decir, no cruzan hacia la Unión Europea.

Además, contempla enmiendas a la Ley de Retirada, en virtud de las cuales la legislación europea ya no se aplicará de manera automática en Irlanda del Norte, según consta en el documento difundido ayer por el Ejecutivo de Sunak, un día después de que las partes anunciasen el principio de acuerdo.

El Gobierno se compromete también a promover leyes con las que garantizar la distribución en Gran Bretaña de los productos norirlandeses y reivindicar la pertenencia de Irlanda del Norte en el conjunto de Reino Unido, en línea con las tesis unionistas del DUP, informó la BBC.

Los límites al intercambio comercial a través del mar de Irlanda han sido motivo recurrente de disputas y ayer mismo el líder del DUP, Jeffrey Donaldson, insistió en declaraciones a la BBC en la necesidad de eliminar la “frontera” en lo que debería considerarse “mercado interno”.

“No tenemos una situación en la que, si se traen bienes para vender en Irlanda del Norte, haga falta una declaración de aduanas”, enfatizó el primer ministro, dando por hecho la eliminación tanto de la burocracia como de los controles físicos para este tipo de comercio.

Satisfacción

El primer ministro británico, Rishi Sunak, aplaudió en la Cámara de los Comunes esta batería de compromisos, confiando en que sentará las bases de “un futuro más brillante” en Irlanda del Norte. También el líder de la oposición, Keir Starmer, lo ve como “un momento importante”, a la espera no obstante de que se produzcan nuevos avances tangibles en los próximos días.

Por su parte, el ministro para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, señaló también en el Parlamento británico que “ahora es momento de que los representantes electos en Irlanda del Norte se sienten para poner fin a dos años de ‘impasse’”, en alusión al tiempo transcurrido desde las últimas elecciones.

Desde estos comicios, el DUP mantiene bloqueada la puesta en marcha de la Asamblea y, por extensión, la designación de un nuevo gabinete de coalición con el Sinn Féin, uno de los puntales básicos de los Acuerdos de Viernes Santo que pusieron fin en 1998 al conflicto en el Úlster.

Para la próxima legislatura, sin embargo, la jefatura del Gobierno no corresponderá a los unionistas sino a los republicanos, ya que el Sinn Féin fue por primera vez en la historia la fuerza más votada. Así, la ‘número dos’ del partido republicano Michelle O’Neill, recordó el pasado martes que le corresponde a ella ser la ministra principal de Irlanda del Norte.