El plan anunciado por el primer ministro británico, Rishi Sunak, que impediría pedir asilo a inmigrantes que lleguen en patera, “contravendría las obligaciones del Reino Unido en virtud del derecho internacional y de los refugiados”, afirmó ayer el alto comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk.

“Estoy profundamente preocupado por esta legislación, que permitiría a las autoridades británicas detener y expulsar a aquellos que entren en Reino Unido en pequeñas embarcaciones a través del Canal de la Mancha, prohibiéndoles futuras reentradas y solicitar ciudadanía británica”, destacó Türk en un comunicado.

La legislación propuesta por Sunak el pasado martes “también plantea dudas específicas en materia de derechos humanos, como la violación del derecho a una valoración individual de cada caso y la prohibición de las expulsiones colectivas y la detención arbitraria de inmigrantes”, añadió el alto comisionado austríaco.

“Toda persona que se ve obligada a dejar su país de origen para buscar seguridad y dignidad en el exterior tiene derecho a que sus derechos humanos sean totalmente respetados, sin importar su estatus migratorio o la forma en que llegan a un país”, concluyó la nota de Türk.

En el parlamento

Por su parte, el primer ministro británico, Rishi Sunak, defendió ayer en el Parlamento su ley migratoria de los ataques de la oposición laborista, que considera que su promesa de acabar con la llegada de pateras no es más que “retórica vacía”.

Sunak enmarcó la llegada de demandantes de asilo en barcas a través del canal de La Mancha dentro de “un problema migratorio global”, y aseguró que su intención es hacer que los inmigrantes entren en el Reino Unido de manera “justa y legal”.

Especialmente agresivo se mostró hacia el jefe de la oposición, el laborista Keir Starmer, a quien catalogó de “abogado izquierdista” que se ha puesto “en medio del camino” hacia una solución.

El proyecto de ley presentado por Sunak y su ministra del Interior, Suella Braverman, prohibirá a quienes lleguen en patera pedir asilo y prevé su expulsión en el plazo de unas semanas a su país de origen, si es seguro, o a un tercer país considerado como “seguro” y con el que el Reino Unido tiene acuerdos, como Ruanda. “No hemos oído su plan (de los laboristas), pero sabemos cuál es: puertas abiertas a la inmigración y asilo ilimitado. Nosotros estamos del lado de los ciudadanos británicos”, espetó Sunak a Starmer en su intervención.

Por su lado, el laborista recordó los continuados fracasos de los sucesivos gobiernos conservadores en la cuestión migratoria y pronosticó que esta última reforma también está destinada a ser un fiasco. “En la última década han introducido cinco planes migratorios, que han sido un fracaso tras otro, y todo va sólo a peor. La gente está cansada de palabras duras y acciones inadecuadas”, dijo Starmer.

Aseguró que los laboristas no desean una política de “fronteras abiertas”, sino que han sido los tories quienes “han perdido el control de la inmigración”, y preguntó a Sunak cuándo cumplirá con su promesa de frenar las pateras.

También se defendió de las acusaciones del primer ministro por su supuesta tibieza con la inmigración ilegal, y recordó que como director de la Fiscalía extraditó a “innumerables violadores”.

ACNUR

Un proyecto “Muy preocupante”

Cerrar el acceso. La representante para el Reino Unido del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Vicky Tennant, tildó ayer de “muy preocupante” el proyecto de Ley presentado por el Gobierno de Londres para denegar el asilo a los inmigrantes que lleguen al país de manera ilegal. En declaraciones divulgadas por la BBC, Tennant aludió a los planes expuestos por Sunak, y la titular de Interior, Suella Braverman. “Estamos muy preocupados, ya que esto supone efectivamente cerrar al acceso al asilo al Reino Unido a quienes lleguen al país de forma irregular”, manifestó la representante de Acnur para el Reino Unido.