El ministro de Exteriores de Ucrania, Dimitro Kuleba, ha comparado las peticiones de algunos políticos alemanes para abrir el gasoducto Nord Stream 2 con un ejemplo de drogodependencia respecto del suministro energético de Moscú, después de que el vicepresidente del Parlamento alemán, Wolfgang Kubicki, planteara esta posibilidad entre los temores a un recrudecimiento de la crisis energética en invierno.

Alemania paralizó el 22 de febrero de este año el proceso de aprobación del gasoducto en respuesta a la escalada de tensiones entre Rusia y Ucrania que finalmente desembocaría en el comienzo, dos días después, de la invasión rusa de ese país. Alemania se caracteriza por su especial dependencia del gas ruso y recientes eventos como la reducción del gas que atraviesa otra importante vía de suministro como es el gasoducto 'Nord Stream 1' ha puesto en alerta a algunos de sus responsables políticos.

Logo del gasoducto Nord Stream 2. DPA

El último de ellos ha sido Kubicki, quien este mismo viernes ha declarado la apertura del 'Nord Stream 2' como una prioridad para el Gobierno alemán para "evitar que el país se quede sin combustible, sin importar que (el presidente ruso) Vladimir Putin esté o no en el poder".

"Tenemos que abrir el 'Nord Stream 2' cuanto antes para rellenar nuestros depósitos de gas para el invierno", ha declarado el vicepresidente del Parlamento y miembro del liberal Partido Democrático Libre (PDL), integrante de la coalición tripartita del Gobierno alemán. "No veo razón alguna para no hacerlo", ha manifestado en entrevista al conglomerado alemán de medios de comunicación RND.

La respuesta de Kuleba no se ha hecho esperar. En su cuenta de Twitter, el diplomático ucraniano ha descrito la petición de Kubicki -- así como de otras destacadas figuras de la política alemana, como el excanciller Gerhard Schröder, acusado por parte de su partido Socialdemócrata de complicidad con Moscú -- como "un comportamiento totalmente irracional" y con cierto parecido con la drogodependencia.

"Se parece a una adicción a las drogas. Es como cuando una persona dice '¡Es la última vez!' sin darse cuenta de las consecuencias de cada 'última vez'. ¡La adicción al gas ruso mata!", ha manifestado Kuleba en su cuenta de esta red social.