Aunque cada vez afronta más dificultades en el ámbito judicial, Donald Trump está lejos de verse derrotado en el plano político, con sus candidatos triunfando en las primarias y con la caída de enemigos tan fuertes del partido como Liz Cheney. De los diez congresistas republicanos que respaldaron el juicio político a Trump en el Senado por incitar a la insurrección en el asalto al Capitolio, solo dos se han impuesto en las primarias celebradas de cara a las legislativas de noviembre.

“Supongo que con la derrota de Cheney, mucho más grande de lo que se había anticipado, el comité de ladrones y matones políticos comenzará rápidamente el hermoso proceso de disolución. Este ha sido un referéndum sobre la interminable caza de brujas. ¡El pueblo ha hablado!”, declaró Trump el martes tras conocerse los resultados de las primarias de Wyoming.

Otros escándalos

Los escándalos de Trump no giran solo en torno a los opositores en su partido. El comité que investiga el ataque del 6 de enero, que ocurrió mientras se certificaba la victoria de Biden, retomará sus interrogatorios en septiembre y podría contar con el vicepresidente republicano Mike Pence como testigo. “No hay precedentes en la historia de que un vicepresidente sea convocado por el Capitolio para declarar, pero si recibiera una invitación formal le dedicaríamos su debida consideración”, dijo ayer quien fuera su mano derecha de 2017 a 2021.

A ello se le suma el agitado frente judicial en su contra. El pasado 8 de agosto el FBI registró su mansión de Mar-a-Lago en Florida en busca de documentos clasificados que el exmandatario supuestamente sacó de la Casa Blanca cuando abandonó el poder

Un juez federal escuchará hoy los argumentos de las partes para decidir si difunde el contenido del atestado que justificó la petición de redada, cuya orden e inventario ya se han hecho públicos y han permitido saber que se incautaron veintiséis cajas y varias carpetas de documentos y fotos con las etiquetas de “alto secreto” o “confidencial”.