La investigación por el asesinato del exmandatario nipón Shinzo Abe apunta a que la madre del autor del crimen habría donado unos 100 millones de yenes (más de 720.000 euros) a la Iglesia de la Unificación, la organización religiosa que se ha visto relacionada indirectamente con el atentado.

Tetsuya Yamagami, el exmilitar de 41 años arrestado por el crimen, confesó durante los interrogatorios que decidió atacar a Abe porque creía que tenía vínculos con dicho credo, hacia el que había desarrollado "odio" después de que unas cuantiosas donaciones de su madre la llevaran a la quiebra y desestructurara su familia.

Abe murió el pasado 8 de julio tras ser disparado por la espalda mientras pronunciaba un discurso en un acto electoral en la ciudad de Nara, en el oeste del país, donde residía Yamagami.

Según los últimos detalles de la investigación recogidos por los medios locales, se estima que las donaciones de su madre ascenderían a unos 100 millones de yenes, procedentes del seguro de vida de su marido y las ganancias obtenidas por la venta de varias propiedades y terrenos familiares heredados, de acuerdo a la cadena pública NHK.

En una rueda de prensa ofrecida a principios de esta semana, el responsable de la rama japonesa de la Iglesia de la Unificación confirmó que la madre del detenido pertenecía a la organización y había hecho donaciones, pero no entró en detalles.

Según un comunicado remitido hoy a Efe por la organización, "todavía no se sabe cuándo ni de cuánto fueron las donaciones de la madre del sospechoso, pero hemos confirmado con la parroquia local que se llegó a un acuerdo para la devolución de dinero".

De acuerdo a la información facilitada, desde 2005 hasta 2014 la iglesia devolvió un total de 50 millones de yenes (más de 360.000 euros), aparentemente por "las circunstancias de la familia".

Según el testimonio de familiares que han hablado con NHK, la mujer volvió a entregar el dinero a la organización, que ha dicho que colaborará con la investigación para que el caso "se aclare pronto".

Yamagami marcó a Abe como objetivo después de ver un vídeo grabado en septiembre de 2021 por el exmandatario para un evento de una organización afiliada a la Iglesia de la Unificación, y ante las dificultades de acceder a alguno de los miembros de la cúpula del organismo, contra los que habría planeado atentar anteriormente.