Los negociadores de Serbia y de Kosovo pactaron este martes en Bruselas la hoja de ruta para aplicar acuerdos energéticos, en el marco del diálogo entre las dos partes para normalizar sus relaciones auspiciado por la Unión Europea.

"Se trata de un gran e importante paso adelante en el diálogo facilitado por la UE, que ofrecerá resultados concretos para todos los ciudadanos. Esperamos seguir trabajando en los próximos pasos", indicó el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, a través de su perfil en Twitter.

Tras "amplios debates", los negociadores jefe de Kosovo, Besnik Bislimi, y Serbia, Petar Petkovic, acordaron una hoja de ruta que establece un calendario claro y medidas concretas para la aplicación de los acuerdos energéticos alcanzados en 2013 y 2015, los cuales se han aplicado solo parcialmente, con elementos relevantes aún pendientes, informó en un comunicado el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE).

La reunión la presidió el representante especial de la UE para el Diálogo Belgrado-Pristina y otras cuestiones regionales de los Balcanes Occidentales, Miroslav Lajzak.

Con el acuerdo de hoy Elektrosever, una empresa de propiedad serbia establecida en Kosovo y sometida a la legislación kosovar, comenzará a suministrar electricidad a los clientes de los cuatro municipios de mayoría serbia del norte.

Esto allana el camino para acabar con la práctica actual, "poco transparente y no regulada", apuntó el SEAE.

La Unión Europea ha pedido a la Secretaría de la Comunidad de la Energía que supervise la aplicación técnica del acuerdo comercial entre Elektrosever y KEDS, la empresa de distribución de energía de Kosovo.

"La UE se congratula de la adopción de la hoja de ruta como un paso adelante en la normalización de las relaciones entre Kosovo y Serbia en beneficio de todos los ciudadanos, e insta a ambas partes a que avancen con este espíritu y a que sigan progresando en todos los demás trabajos de aplicación pendientes", subrayó.

El objetivo del diálogo entre Serbia y Kosovo es un acuerdo vinculante para normalizar sus relaciones, una condición para que ambos países entren algún día en la UE.

Kosovo, antigua provincia serbia de mayoría albanesa, declaró en 2008 la independencia, que Serbia no reconoce, y que ha sido reconocida por EEUU y la mayoría de los socios comunitarios, aunque no por España, Rusia, China, la India y otros países.