Berlín - Alemania abrió ayer el proceso contra su presunto mayor asesino en serie desde el fin de la II Guerra Mundial, el enfermero de 41 años Niel Högel, quien se confesó autor de la muerte de cien pacientes, una cifra que podría ser aún mayor, puesto que hay indicios de otros posibles crímenes del procesado. Con un simple “sí” a la pregunta de si se reconoce culpable de los cargos que le imputa la Fiscalía, arrancó en la Audiencia de Oldenburg (centro de Alemania) un nuevo juicio contra este asesino en serie confeso, que en cada uno de sus procesos anteriores admitió sus crímenes. “Lo declarado hasta ahora es lo que ocurrió”, añadió Högel, quien cumple ya una condena a cadena perpetua, dictada en 2015, por varios casos de asesinato o intento de asesinato de pacientes.
En este nuevo proceso el enfermero dio una explicación de sus móviles. Actuó por “estrés” y suministró sobredosis de analgésicos a sus pacientes, consciente de que podía llevarles a la muerte, para tratar a continuación de reanimarlos y lograr con ello “brillar” ante sus colegas. En la mayor parte de las ocasiones el resultado fue la muerte de esas personas elegidas arbitrariamente y de edades comprendidas entre los 34 y los 96 años.
Los crímenes que se le imputan corresponden a muertes ocurridas en las clínicas de Oldenburg y Delmenhorst, donde trabajó entre 2000 y 2005. En un segundo proceso abierto en 2014 a instancias de familiares de otras víctimas potenciales, derivó en una sentencia a cadena perpetua por asesinato e intento de asesinato en al menos siete casos.
Fue a lo largo de este segundo proceso donde el propio encausado se confesó autor del asesinato de un centenar de pacientes, por lo que se abrieron investigaciones sobre 64 muertes ocurridas en Delmenhosrt y otras 36 en Oldenburg. Tras ser condenado a la máxima pena que contempla el código penal alemán, se decidió proseguir las investigaciones sobre esos otros casos sospechosos, hasta abrirse una nueva acusación formal por hasta 106 asesinatos, de los cuales se ha llegado a dar por probado un centenar. - Efe