atenas - La lucha contra la evasión fiscal y la corrupción es uno de los pilares de las reformas a las que el Gobierno de Alexis Tsipras se ha comprometido con sus socios, un proyecto que deberá acometer con urgencia, si bien los resultados tardarán en llegar. El Estado griego pierde anualmente 12.000 millones de euros por el contrabando, la evasión fiscal y las deudas a Hacienda, y el objetivo del nuevo Gobierno es recuperar al año 4.000 millones de ese total, dinero que iría parcialmente al programa para combatir la crisis humanitaria generada por la austeridad que imponían los rescates.
El ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, ha reconocido que es difícil hacer una previsión exacta del dinero que puede recuperarse. “Es como en una excavación arqueológica, nunca se sabe lo que se encontrará. Confías en que te vas a topar con un gran tesoro. Yo estoy seguro de que vamos a encontrar un tesoro”, dice.
Combatir esa fuga es un labor hercúlea que llevará tiempo en arrojar frutos, si es que los hay y el nuevo Gobierno realmente logra lo que no consiguieron los anteriores, por “falta de voluntad”, como ha subrayado repetidamente el equipo de Tsipras.
Para ello, Tsipras ha creado un cargo que hasta ahora no existía, el del ministro de Estado para la lucha contra la corrupción, función que desempeña Panayotis Nikoludis, un juez que desde 2010 dirigía el organismo contra el blanqueo de dinero.
“No vamos a declarar una guerra contra los oligarcas. Procederemos a controles bien concretos de personas que han violado la ley y han perjudicado al Estado”, resume su filosofía el ministro anticorrupción.
bloquean 17 cuentas Un primer paso en esta dirección ha sido ayer el bloqueo de cuentas bancarias y de bienes de 17 personas, que además de tener elevadas deudas con el Estado habían transferido en los últimos dos meses importantes sumas al extranjero. Hasta ahora, los mecanismos de control de Hacienda han estado funcionando con extrema lentitud, lo que ha alentado a la sociedad a pensar que no hay voluntad de luchar contra la evasión, al menos de las grandes fortunas.
Ejemplo de esta lentitud lo fue el pésimo resultado que arrojó el plan del anterior Gobierno de controlar a 54.000 personas que, entre 2009 y 2011, transfirieron al extranjero 20.000 millones de euros.
Hasta diciembre de 2013 tan solo habían sido controladas 44 personas que debían devolver al Estado 18,5 millones de euros.
Para el ministro adjunto de Reforma Administrativa, Yorgos Katrugalos, una herramienta clave de esta lucha es el aumento de los recursos humanos en todos los mecanismos de control, empezando por los inspectores de Hacienda o de Trabajo hasta los controladores de las cajas de la seguridad social.
Katrugalos prometió que buena parte de los 15.000 nuevos empleados públicos que serán contratados a lo largo del año serán efectivos para mejorar los mecanismos de control.
Otra prioridad del Gobierno es luchar contra la llamada “corrupción cotidiana”, bien sea la no declaración de impuestos por parte de pymes y autónomos o los sobornos de funcionarios para acelerar un asunto. Se trata de un problema especialmente grave, pues al implicar a mucha gente causa al Estado pérdidas considerables, y además mina el funcionamiento correcto del sector público.
Para hacer frente a este problema el Gobierno tiene previsto mejorar los servicios electrónicos y limitar al mínimo el contacto directo entre el ciudadano y la administración.
En algunos sectores los resultados pueden ser palpables pronto, como en los casos del contrabando de gasóleo y de tabaco. “Existen las herramientas informáticas y electrónicas que nos permitirán recaudar 1.500 millones de euros del contrabando de gasóleo y otros 800 millones de euros del contrabando de tabaco al año que va”, aseguró hace unos días el ministro adjunto de Finanzas Dimitris Mardas, quien aseguró que lo que pasa es que hay que aplicarlas y mejorar la gestión de los recursos.
un 34% de morosidad Por otro lado, Grecia posee un índice de créditos morosos que asciende al 34,2% de la totalidad de deudas privadas, lo que coloca a este país a la cabeza de la Unión Europea (UE) con la mayor cartera de préstamos en mora, reveló también ayer en el informe anual del Banco Central griego. El informe precisa que el índice ha empeorado sensiblemente a lo largo de los últimos seis años debido a la crisis económica. Indicativo de esta tendencia es que la correlación de los créditos morosos respecto a la totalidad de créditos privados pasó del 31,9% en diciembre de 2013 al 34,2% en septiembre de 2014.
El informe del Banco de Grecia destaca que se trata del “reto más importante” para el sistema bancario y señala que el crecimiento económico -que suele ser el mecanismo más apropiado para mejorar esta situación- no puede resolver el problema por sí solo.
Para afrontar esta grave situación, el Banco de Grecia propone una serie de alternativas, la primera de las cuales es la creación de entidades con el propósito específico de gestionar la hipotecas morosas (banco malo), “como se hizo en España e Irlanda”.
“Esta opción necesitaría financiación que sería preferible no incluir en las balanzas de los bancos o del Estado, porque crearía nuevas necesidades de aportación de capital”, precisa el informe.
Otra opción sería la implicación activa de los bancos en el procedimiento de toma de decisiones de las empresas endeudadas, con el objetivo de hacer viables las deudas, explica el informe.
La tercera opción sería una “gestión activa” de los créditos morosos que podría reducir el riesgo que provocan. Con este fin los bancos “se pueden aprovechar de las disposiciones del código de conducta”, estima el informe del Banco Central griego.