El Comité Supremo de Entrega y Legado de Catar 2022 rechazó ayer miércoles las informaciones que cuestionan que los aficionados de distintas selecciones participantes que circulan por las calles del país sean auténticos y consideró las mismas “tan decepcionantes como poco sorprendentes”. “Numerosos periodistas y comentaristas en las redes sociales han puesto en duda que se trate de verdaderos hinchas. Rechazamos de plano estas afirmaciones, que son tan decepcionantes como poco sorprendentes. Los periodistas sobre el terreno que hablan y conocen a estos aficionados se dan cuenta de la realidad”, afirmó.

En una declaración realizada ayer miércoles, el mencionado comité destacó que “Catar y el resto del mundo están compuestos por una gran variedad de aficionados al fútbol, muchos de los cuales comparten conexiones emocionales con múltiples naciones”, y también que a escasos días del inicio del Mundial “la expectación y el entusiasmo crecen” en el país. “Aficionados de todo el mundo, muchos de los cuales han hecho de Catar su hogar, han contribuido al ambiente local recientemente, organizando paseos y desfiles de aficionados por todo el país y recibiendo a las distintas selecciones nacionales en sus hoteles”, añadió.

El Comité Supremo de Entrega y Legado indicó que “en diferentes lugares del mundo, los aficionados tienen diferentes tradiciones, diferentes formas de celebrar, y aunque eso puede contrastar con lo que la gente está acostumbrada en Europa o Sudamérica, no significa que la pasión por el fútbol sea menos auténtica”. “Estamos deseando que continúen los preparativos para el inicio de la Copa Mundial de la FIFA 2022 y que ésta represente realmente un momento que conecte a los aficionados de todo el mundo, independientemente de cómo decidan apoyar a sus equipos favoritos”, concluyó.

Por otra parte, la seguridad del Mundial interrumpió ayer miércoles una emisión en directo de la televisión danesa TV2 mientras filmaba en un lugar público y amenazó con destruir sus cámaras, tal y como denunció el canal. Un periodista realizaba una conexión en directo desde una rotonda cuando dos personas de seguridad cataríes se acercaron a él y le dijeron que no tenía permiso para grabar allí, a la vez que intentaban tapar el visor de la cámara con la mano.

“Habéis invitado a todo el mundo a venir aquí. ¿Por qué no podemos filmar? Es un lugar público”, se escucha decir en inglés al periodista Rasmus Tantholdt. En el vídeo difundido por TV2, Tantholdt muestra su acreditación y se enzarza en una discusión, en la que acusa al personal de seguridad de querer destruir su cámara. El equipo tuvo que esperar media hora hasta que otra persona de seguridad llegó a la zona y comprobó que los permisos estaban en regla.