Hyundai afina el Ioniq 6, su audaz sedán eléctrico
Actualiza la estampa, mejora la aerodinámica, moderniza el puesto de mandos, agrega equipamiento y aumenta prestaciones… sin tocar el precio
Hyundai refina el Ioniq 6, transgresor e incomprendido sedán a batería erigido en estandarte de la marca. No es su creación más popular, pero sí el escaparate en el que la firma surcoreana expone sus logros tecnológicos y da pistas sobre cómo serán sus automóviles del mañana. La berlina eléctrica pule su controvertido diseño futurista -lo mejora por dentro y por fuera-, se pertrecha aún más y gana músculo. Hyundai sigue sin precisar el precio, que ha prometido mantener como hasta ahora (desde 49.000 €, antes de descuentos y subvenciones). El notable progreso del Ioniq6 va a ratificar su condición de referente para los grandes turismos a pilas, aunque difícilmente lo sacará de ese poco transitado nicho comercial.
Tan ambiciosa como minoritaria, la propuesta de Hyundai no deja indiferente a nadie. Ajeno por una vez a la deriva SUV imperante, el constructor asiático cultiva el canon de las berlinas, refutando así la idea de que son una especie en extinción. Lo hace, eso sí, de un modo muy particular, estilizando la silueta hasta convertirla en un prodigio aerodinámico que enamora o repele con similar facilidad. La revisión actual del Ioniq 6 matiza el proyecto de 2023 aportando una ración extra de empaque e incrementando los contenidos.
La sutil pero trascendental evolución del contorno no altera las dimensiones conocidas. Por tanto, el señorial y futurista sedán ocupa 4,93 metros de largo y 1,88 de ancho, en tanto que alza la cubierta a 1,495 m; los 2,95 m de distancia entre ejes favorecen la habitabilidad a bordo. La desahogada cabina ofrece mucho espacio, más para las piernas que para las cabezas. Lo perciben las personas más altas, que acusan el declive de techo y parabrisas sobre las plazas posteriores y que se ven obligadas a buscar una postura de conducción adecuada regulando asiento y columna de dirección. Otro peaje a pagar por la esbelta figura del Ioniq 6 es la limitada capacidad del maletero posterior independiente, que ofrece 410 litros; el cofre delantero brinda hasta 45 litros adicionales.
El nuevo maquillaje cambia la expresión del modelo por medio de un paragolpes diferente y un frontal más definido. Hyundai llama ‘nariz de tiburón’ a este diseño, completado con luces diurnas Parametric Pixel características de la gama Ioniq; van acompañadas de proyectores Matrix LED inteligentes. Siguiendo con las analogías, el fabricante denomina ‘cola de pato’ a la solución de la zaga, provista de una nueva defensa y de un solitario alerón prolongado (desaparece el spoiler superior a la altura de la luneta).
La perspectiva lateral revela la presencia de cámaras telescópicas de alta definición en lugar de los retrovisores convencionales; el empleo de este recurso, de serie en las versiones altas, requiere educar la mirada para dirigirla hacia las imágenes proyectadas en las pantallas de buen tamaño alojadas en las contrapuertas delanteras. El perfil del coche muestra también los modernos diseños de llantas, de 18, 19 o 20 pulgadas en función de la versión. Los tiradores de las puertas son escamoteables y tienen el mismo color de la carrocería.
La renovación alcanza al interior del vehículo. Cambia, sobre todo, la configuración del puesto de mandos, que estrena volante de tres radios preparado para la conducción autónoma de grado 2 en autopistas. Nuevo es también el juego de dos pantallas de 12,3 pulgadas, una para el cuadro y otra multimedia con la nueva plataforma Connected Car Navigation Cockpit de Hyundai, dispuesta para recibir actualizaciones remotas en línea OTA (Over the Air).
El Ioniq6 cuenta con todos los recursos imaginables en un coche de alta gama. Su interior, en cuya confección interviene una proporción de materiales sostenibles, algunos procedentes del reciclaje, está bien resuelto y transmite sensación de calidad. La marca propone el modelo en cuatro niveles de acabado consecutivos, entre ellos el N Line con visos deportivos y carrocería bicolor (proa y popa en negro). Las definiciones se distinguen por matices de equipamiento, principalmente funcionales y de confort; en cambio, las diferencias en materia de seguridad y de asistencia a la conducción son escasas.