La evolución constante de los vehículos y de su tecnología ha llevado consigo el desarrollo de los sistemas de seguridad y ayuda a la conducción, con lo que se ha ido mejorando notablemente la experiencia y la comodidad al volante.

Uno de esos sistemas, que cada vez se va incorporando en más coches, es el Auto Hold, una función de asistencia al conductor que mantiene el vehículo detenido automáticamente después de frenar por completo, sin necesidad de pisar continuamente el pedal del freno. Al volver a acelerar, el sistema libera automáticamente el freno y se puede reanudar la marcha con total normalidad. Un mecanismo sencillo que se convierte en un aliado del conductor, que cuando lo prueba una vez siente que lo necesita para siempre, como sucede, por ejemplo, con las luces o los limpiaparabrisas automáticos.

Es un botón que generalmente va ubicado en la consola central del coche, junto al freno de mano eléctrico, y es fácil de localizar, ya que suele estar identificado con las propias palabras ‘Auto Hold’, con ‘Brake Hold’ (hay fabricantes que lo denominan así por una cuestión puramente comercial), con ‘Auto H’ o con una ‘P’ dentro de un círculo. Además, si está activo aparecerá en el cuadro de instrumentos con un icono en verde.

Para que se active es imprescindible que el conductor lleve abrochado el cinturón de seguridad, y hay que tener en cuenta que es posible que se desconecte automáticamente por seguridad cuando lleve más de diez minutos activo sin que se haya reanudado la marcha.

Ventajas de tenerlo activado

Es más útil de lo que puede parecer a simple vista, ya que ofrece unas cuantas ventajas. La primera es que evita que el coche pueda moverse cuando está detenido en marcha en una cuesta o una carretera con algo de pendiente. Así se reduce la posibilidad de que se desplace hacia delante o hacia atrás y que impacte con otro coche o con mobiliario urbano, que pueda caer a un lugar al que no debería o que incluso pueda atropellar a una persona.

Otra ventaja interesante es que permite que el conductor pueda liberar el pie derecho durante las paradas, dejándolo descansar sin necesidad de que permanezca apretando el pedal de freno, algo especialmente agradecido en recorridos urbanos en los que hay paradas frecuentes, en situaciones de tráfico denso y en atascos. Y también mejora la experiencia de conducción al permitir una mayor fluidez y relajación.

Por último, si está activado el Auto Hold las luces de freno permanecen encendidas hasta que se vuelva a acelerar, con lo que quienes circulan detrás las perciben igual que si estuviéramos pisando el pedal.

No es un asistente de arranque en pendiente ni un freno de mano

Hay que ser consciente de que el Auto Hold no es un equivalente al asistente de arranque en pendiente. Este último sólo retiene el vehículo unos segundos cuando se suelta el freno, con la intención de facilitar que el coche no se vaya hacia atrás cuando reemprende la marcha tras detenerse en una pendiente. En cambio, el Auto Hold lo retiene de forma indefinida, de ahí que ambos sistemas puedan convivir y que se complementen en el mismo vehículo.

Tampoco sustituye al freno de estacionamiento, con lo que si vamos a realizar una detención prolongada o a dejar el coche aparcado deberemos utilizar el freno de mano.

Cuándo desactivarlo

Si bien es recomendable tener activado el Auto Hold en casi todas las circunstancias, hay algunas en las que puede ser interesante desconectarlo temporalmente. Lo podemos hacer cuando afrontemos maniobras de precisión, como tener que aparcar en un espacio muy reducido o en un terreno irregular, ya que puede limitar la fluidez de los movimientos.