EL Stelvio, principal sustento comercial de Alfa Romeo, muestra este año sutiles reajustes estéticos, más evidentes a bordo que desde fuera. Como su diseño no precisaba demasiados retoques, la casa italiana se ha centrado en poner a la altura de las circunstancias las dotaciones tecnológicas del modelo. A partir de ahora, el vistoso y ágil SUV respalda sus fundadas pretensiones Premium ampliando y modernizando recursos. Para ello adopta un completo menú de ayudas a la conducción, al tiempo que mejora la comunicación entre usuario y vehículo con un intuitivo sistema de pantallas táctiles. Estos avances trascienden también a la berlina Giulia. Ambos productos comparten una gama motriz con candidatos diésel (160, 190 y 210 CV) y gasolina (200, 280 y 510 CV). La tarifa del Giulia comienza en 43.950 euros, arranque que el descuento de salida resitúa por debajo de los 38.000, mientras que el Stelvio está disponible oficialmente a partir de 46.895 euros.

Las marcas de culto necesitan el respaldo del mercado si quieren acceder al olimpo del automóvil, convertirse en mito viviente, antes de desaparecer de las calles. La histórica Alfa Romeo busca constantemente la tecla del éxito, el resorte que le permita conservar a sus leales mientras vuelve a sintonizar con el gran público. El objetivo es que este descubra y aprecie las cualidades que atesoran sus productos. La suerte de la firma, heredera de la Anonima Lombarda Fabricca Automobili fundada en 1910, puede y debe cambiar con el respaldo, que es como decir el colchón financiero, que promete la fusión de los grupos Fiat y PSA. Como otros tantos, ese plan de remontada se está viendo lastrado por el parón de los mercados internaciones a causa de la pandemia.

Entre tanto, Alfa intenta capear el temporal, resignada a ser una marca de referencia para esos pocos entendidos que anteponen la calidad y el placer de la conducción deportiva a las opiniones de los demás. El año pasado, la emblemática casa italiana entregó en el mercado español casi cuatro mil unidades; tres de cada cuatro eran Stelvio. Se mire como se mire, son muy pocos ejemplares para las cualidades que distinguen a sus creaciones; especialmente tras el somero restyling que acaban de recibir las dos más representativas de la escueta gama.

Tres años después de su estreno oficial, el primer SUV de la firma experimenta una sutil actualización, proceso en el que lo acompaña la berlina. En ambos casos, el proceso pasa por alto el envoltorio y los motores para concentrarse en la cabina. La puesta al día retoca la ornamentación, incrementa el equipamiento y confiere mayor variedad a la paleta de colores propuestos. La reordenación procura a Giulia y Stelvio pequeñas pero importantes modificaciones: se reordenan los huecos a bordo, la consola central presenta mandos rediseñados, cambia el selector de marchas y aparece una plataforma de carga inalámbrica para teléfonos bajo el apoyabrazos central. Otra innovación digna de mención, que suple una de las carencias de ambos modelos, es la incorporación de una pantalla multimedia de 8,8 pulgadas que se puede accionar desde los mandos del coche, pero también por voz y, por fin, de manera táctil. De igual modo, se produce una evolución en el ámbito de la conectividad. El paquete Alfa Conected Services permite desde ahora acceder servicios como la realización de llamadas de emergencia, la conexión con Google Home o con el asistente Alexa, controlar el uso y el mantenimiento del vehículo a distancia, etc.

En materia de asistencia a la conducción, Alfa Romeo dota a estos dos modelos de un programa de velocidad activo optimizado (actúa hasta 160 km/h y en atascos a menos de 60 km/h). También detectan obstáculos y ejecutan frenada de emergencia, reconocen señales de tráfico, centra el vehículo en el carril, vigilan la presencia de obstáculos en el ángulo ciego, alertan y corrigen posibles salidas de trayectoria, etc.

El constructor ha redefinido los niveles de terminación de estos modelos, retomando denominaciones clásicas. Así, el acabado inicial se llama desde ahora Super; el Ti se asigna a las variantes mejor dotadas (asientos de cuero, decoración con madera, llantas de 19 pulgadas, etc.); los deportivos son Sprint (llevan tapicería de piel e inserciones de aluminio en la cabina) y Veloce (con fibra de carbono y asientos deportivos de cuero con reglajes eléctricos). Además, Giulia y Stelvio modernizan y amplían su gama cromática con la incorporación de vistosas tonalidades exclusivas.

Sobre el papel, el Stelvio se enfrenta a rivales directos como el Audi Q5, el BMW X3, el Jaguar F-Pace, el Mercedes-Benz GLC y el Volvo XC60. El segmento en el que el Giulia está llamado a competir reúne candidatos a los que nadie discute su condición Premium: Audi A4, BMW Serie 3, Jaguar XE, Lexus ES y Volvo S60; el modelo también tropieza con las versiones altas de berlinas generalistas como el VW Passat y el Peugeot 508.