Con la llegada del frío, las prendas ligeras del verano dejan paso a otras más gruesas y abrigadas. Confecciones voluminosas como abrigos, chaquetones o plumíferos abarrotan los armarios, dándoles un aspecto descuidado y desordenado. 

El famoso método KonMari, creado por la gurú japonesa del orden Marie Kondo, ofrece una serie de trucos para guardar los abrigos de una forma práctica y organizada, aligerando el espacio interior del armario. Algunos de ellos son:

1- Selección consciente

Antes de meter todos los abrigos al armario, selecciona los que realmente necesites. Quédate con los que uses a diario y el resto guárdalos aparte. Conseguirás un espacio extra que hará de tu armario un lugar más despejado y accesible. 

2- Percheros verticales

Si tu armario es pequeño, usa percheros verticales o colgadores de pared. Al colocar en ellos los abrigos de uso diario, evitarás que ocupen un espacio muy valioso en el interior del armario.

Ropa de abrigo colgada en un perchero en la pared.

3- Doblar y guardar en cajas

Los abrigos más especiales que usas con menos frecuencia guárdalos si puedes en otro armario o, si no dispones de él, doblados en cajas de plástico bien protegidos y ordenados. De esta forma evitarás que te ocupen espacio en el armario y a la vez conservarás las prendas más delicadas en mejores condiciones. 

4- Solo abrigos y camisas muy delicadas

En el interior del armario, solo pueden estar colgados los abrigos y las camisas muy delicadas. Las camisetas, jerséis y pantalones tendrán que ir doblados y colocados en vertical en cajones o estanterías para que quepan más. 

Prendas de lana dobladas en una estantería.

5- Orden por peso visual

Tal vez nunca te hayas planteado la importancia que tiene la forma en la que ordenas los abrigos en el armario. Una buena estrategia es ordenarlos de izquierda a derecha teniendo en cuenta su peso visual, es decir, los más largos y oscuros a la izquierda y los más ligeros y claros a la derecha. Al abrir el armario, su interior parecerá más amplio y despejado, lo que transmitirá una mayor sensación de equilibrio y calma.

6- Espacio entre abrigo y abrigo

Guardar los abrigos amontonados hará que se arruguen y que tengas que plancharlos cada vez que vayas a ponértelos. Deja un pequeño espacio entre ellos para que respiren y se conserven mejor, lo que a su vez dará a tu armario un aspecto más ordenado.

7- Rotación estacional

Al cambiar de estación, revisa tu armario y retira las prendas que ya no vas a necesitar hasta la siguiente temporada. Esto no solo ayuda a ahorrar espacio, sino que hace que tu armario sea más funcional y que puedas acceder más rápidamente a lo que realmente necesitas.

8- Revisión y limpieza al final de la temporada

Cuando el invierno llegue a su fin, es fundamental revisar los abrigos antes de guardarlos. Asegúrate de que estén limpios y, en caso contrario, llévalos a la lavandería o a la tintorería antes de recogerlos. 

9- Deshazte de lo que no necesitas

Si un abrigo ya no te gusta, no lo usas o simplemente no te hace sentir bien, es el momento de desprenderte de él. Esta filosofía de desapego te ayudará a tener solo lo esencial y, a su vez, te permitirá disfrutar de un espacio más organizado.

10- Perchas finas y uniformes

Colgar la ropa en perchas de distintos tamaños o estilos va a producir una sensación de desorden visual. Opta por perchas de madera o terciopelo que hagan que los abrigos no resbalen y se mantengan bien colgados para que no se deformen. 

Si sigues estos consejos conseguirás ganar algo de espacio extra en tus armarios y harás de ellos un lugar mucho más funcional, ordenado y agradable a la vista.