Pintar o empapelar. Esa es una de las preguntas que más surgen a la hora de plantear una reforma en casa en la que el objetivo principal es renovar o dar un lavado de cara a algunas habitaciones. Cada una de estas dos opciones tiene sus ventajas y desventajas, pero ahora que tan de moda se ha puesto el papel pintado, nos fijamos en un proyecto desarrollado por el estudio de interiorismo Alberto Torres en una vivienda ubicada en Málaga.
Las texturas, colores, estampados y acabados del papel pintado permiten crear diseños únicos que dan un toque personal a cada habitación. Esa es una de sus principales ventajas, ya que a partir del diseño escogido es fácil decorar el resto de la estancia siguiendo la misma paleta de colores. Las posibilidades que ofrece un papel decorativo son innumerables, se pueden crear por ejemplo paredes con efecto ladrillo, vigas de madera, diseños de colores, imágenes vegetales, juegos de geometría...
Elegir papeles de calidad es clave para lograr el mejor resultado, sobre todo en lo que se refiere a la limpieza y durabilidad, especialmente en las habitaciones infantiles, que pueden mancharse con más facilidad. Las paredes de baños y cocinas también pueden cubrirse con papel pintado, ya que hay modelos diseñados especialmente para la decoración de espacios húmedos.
Todas estas posibilidades, sumadas a su fácil colocación (siempre sobre paredes lisas, no con gotelé) ha sido clave para que el papel pintado haya cobrado protagonismo en la decoración a la hora de vestir paredes, comiéndole cada vez más terreno a la pintura clásica.
Dormitorio principal
El objetivo en esta habitación es lograr una atmósfera serena y para ello se ha escogido una paleta en tonos grises y neutros. La pared del cabecero se ha revestido con un papel pintado en esta gama cromática y un estampado vegetal, que se ha combinado con un cabecero tapizado en gris.
En el salón
Para añadir dinamismo y profundidad en el salón se ha revestido la pared principal con un papel pintado floral de pétalos de diente de león de la firma Instabilelab. Además, el papel crea un efecto ladrillo de fondo, un recurso estético muy de moda. Es una elección que se complementa cromáticamente con un sofá esquinero de seis plazas, tapizado en color gris.
Habitación de dos camas
En este dormitorio se ha empapelado la pared con un diseño en tonos azul cielo con nubes, creando un ambiente envolvente y relajante. La decoración se complementa con textiles en los mismos tonos y dos cabeceros tapizados en lana bouclé, una tendencia a la que no hay que perder la pista.
Habitación doble
Decorada con un papel pintado elegante y un original cabecero tapizado con detalles en cuero, este dormitorio ofrece un estilo sofisticado a la vez que contemporáneo, reforzado con el diseño clásico de la cama y las mesitas de noche, en nogal. Es otro ejemplo de todas las posibilidades que se pueden lograr con el papel pintado para dar un toque diferente y personal a cada habitación.