La ola de calor sigue abrasando Bizkaai con temperaturas que volverán a superar los 30 grados este lunes.
Más allá del insoportable calor durante el transcurso del día, las últimas noches han sido especialmente duras para la mayoría de la población, ya que el simple acto de conciliar el sueño puede convertirse en una auténtica batalla.
Las altas temperaturas impiden que el cuerpo se relaje y alcancen la temperatura ideal para dormir, generando incomodidad, sudor y frecuentes despertares. Sin embargo, existen técnicas simples y accesibles que pueden marcar una gran diferencia.
Entre ellas, una de las más eficaces y menos conocidas es mojarse las muñecas con agua fría justo antes de ir a la cama.
El truco del agua fría
Las muñecas, al igual que otras áreas como el cuello, las ingles y la parte posterior de las rodillas, son lo que se conoce como puntos de pulso.
En estas zonas, los vasos sanguíneos se encuentran más cerca de la superficie de la piel, lo que permite un intercambio de calor más eficiente. Aplicar agua fría en estos puntos ayuda a enfriar la sangre y, por lo tanto, a reducir la temperatura corporal general.
Este sencillo gesto produce un efecto de enfriamiento localizado que el cuerpo interpreta como alivio térmico. Al reducir la temperatura en estos puntos estratégicos, se logra una mayor sensación de frescor que favorece la relajación y ayuda a inducir el sueño.
Este efecto no solo es inmediato, sino que también puede prolongarse durante algunos minutos, ofreciendo un margen suficiente para dormirse más fácilmente.
Cómo aplicar la técnica de forma eficaz
Para obtener los mejores resultados, se recomienda mojarse las muñecas con agua fría durante uno o dos minutos justo antes de acostarse.
El efecto es aún más pronunciado si el agua está muy fría o contiene hielo. Algunas personas incluso preparan un recipiente con agua fría y cubitos de hielo que colocan junto a la cama, lo cual permite repetir el proceso si se despiertan a mitad de la noche con sensación de calor.
Este mismo truco se puede aplicar en otras zonas de pulso, como el cuello o detrás de las rodillas. Basta con una toalla pequeña humedecida o una compresa de gel fría para obtener un alivio térmico adicional.
Otras recomendaciones complementarias
Aunque mojarse las muñecas puede ser muy efectivo, es recomendable combinar esta estrategia con otros hábitos para mantener el dormitorio lo más fresco posible:
- Ventilación nocturna: abrir las ventanas cuando bajan las temperaturas por la noche para renovar el aire.
- Ropa de cama ligera: utilizar sábanas de algodón o lino, que permiten una mejor transpiración.
- Evitar el ejercicio intenso en la noche: puede elevar la temperatura corporal y dificultar el sueño.
- Desconectar dispositivos electrónicos: los aparatos generan calor residual que eleva la temperatura ambiente.
Combatir el calor extremo durante la noche no siempre requiere de soluciones complejas. A veces, un gesto tan simple como mojarse las muñecas con agua fría puede marcar la diferencia entre una noche en vela y un descanso reparador. Aprovechar los puntos de pulso para regular la temperatura corporal es una herramienta natural y accesible que cualquiera puede implementar desde casa durante una ola de calor.