Ha llegado el verano y los días son más largos y calurosos. Si hemos estado trabajando en un bonito jardín lleno de flores y plantas, no queremos que con las altas temperaturas y el sol estas se estropeen. Además, solemos aprovechar esta época del año para irnos de vacaciones, lo que significa descuidar tu jardín durante unos días o dejarlo a cargo de otra persona.

Durante la época estival los días cuentan con más de 12 horas de luz y en la mayoría de ciudades las temperaturas superan los 30 grados centígrados. Estos factores provocan en nuestras plantas una alta transpiración. Por esa razón, si dejamos de cuidarlas durante unos días puede ser perjudicial para el estado de las flores, sobre todo si son de maceta.

Siempre podemos dejarle algunas instrucciones a nuestro vecino o podemos confiarle la tarea a un familiar. La mejor hora para regar suele ser por la mañana, después del amanecer, porque es cuando las plantas y el suelo están más frescos. Además, en ese momento es cuando empiezan a estar más activas.

Una persona regando su planta de interior. Freepik

En caso de que no podamos contar con otra persona para hacerse cargo de nuestro jardín, podemos fabricar o comprar nuestro propio sistema de riego. Estas son siete maneras de regar las plantas si vamos a estar fuera de casa:

1. Sistema de goteo con una botella. Necesitamos una botella de plástico de litro y medio para usar de depósito. Hacemos varios agujeros en el tapón y cortamos la parte inferior de la botella. Podemos guiarnos de su propio relieve para realizar el corte. Ponemos la botella boca abajo enterrada en la tierra y por la parte cortada vertemos el agua.

2. Macetas autorriego o hidrojardineras. Aunque no se trata de la opción más económica, es un método seguro y eficaz. Estas macetas cuentan con un depósito de agua que va regando la planta según su necesidad. Además de ser un buen método de riego, son decorativas ya que cuentan con diseños modernos y que encajan en el hogar.

3. Riego con agua gelificada o hidrogel. Es un compuesto de agua y nutrientes y se puede comprar en formato de tubo inyector, perlas o cristales. Hay que leer las instrucciones para saber cuánta cantidad aplicar. Aplicamos el hidrogel en la tierra y a medida que esta se va secando, la sustancia va humedeciéndola de nuevo.

4. Riego con conos de arcilla. Este método no sirve si nos ausentamos más de una semana de casa. Necesitamos una botella de plástico y un pequeño cono de arcilla que se vende con un adaptador para la botella. Ponemos el cono en la boca de la botella, asegurándonos que está bien fijado. Después, ponemos la botella boca abajo introduciendo el cono en la tierra.

5. Utilizando lana o un cordón. Colocamos un recipiente de agua cerca de la maceta, de manera que quede más alto que la planta. Cogemos los cordones de unas zapatillas o unos trozos largos de lana y sumergimos uno de los extremos en el agua y el otro lo enterramos en la maceta. El cordón absorberá la humedad y regará la planta. También se puede usar un tubo.

6. Regar con depósito. El primer paso es enchufar la bomba y después tendremos que conectarla al temporizador. Sumergimos la bomba en un cubo de agua y programamos el temporizador como necesitemos. Hay que tener en cuenta cuánto tiempo estaremos fuera de casa, ya que habrá que sumergir la bomba en un recipiente de mayor tamaño.

7. Riego con agua de lluvia. Aunque sea verano, podemos aprovechar los días lluviosos o las tormentas para recoger el agua de lluvia que cae del tejado y almacenarla en un depósito para utilizarla para regar. Después, tendremos que conectar un depósito de riego.

Además de estos métodos, hay otras maneras de cuidar de nuestras plantas para que no sufran tanto el calor veraniego. Se recomienda ponerlas en una misma sala, seca y con persiana para mantenerlas frescas. Antes de marchar, es importante haber cuidado bien de la planta y dejarla en óptimas condiciones. Por último, si alguna tiende a sufrir plagas, puedes aplicarle algún insecticida para no llevarte sorpresas a la vuelta.