Acabamos de entrar en el verano y ya huele a celebraciones y buen ambiente. Los pueblos y los barrios ofician sus fiestas y con el buen tiempo nos reunimos más a menudo con nuestra familia y amigos. En este tipo de ocasiones no suele faltar una botella de vino que acompañe la velada.

Un buen vino se define por tres características principales: la intensidad, la limpidez y, sobre todo, el color. Aunque este produzca una gran satisfacción visual, puede convertirse es una pesadilla si el vino se derrama en nuestra ropa o en nuestro mantel.

Quitar estas manchas rojizas puede ser una tarea tediosa, pero existen varios trucos para limpiar la prenda fácilmente. Es importante tener en cuenta el tipo de ropa que vamos a lavar, si es blanca no hay problema, en cambio, si es de color, se recomienda no usar agua oxigenada o lejía, ya que desteñirá el tinte. También es importante no dejar que la mancha se seque y limpiarla lo antes posible.

Varios productos para ayudar a limpiar manchas difíciles. Freepik

Aquí van nueve trucos para quitar manchas de vino tinto:

1. Sal de mesa. Este truco no ayuda a eliminar totalmente la mancha. Lo que conseguimos es que el vino se absorba más rápido para que no se extienda sobre la prenda. No se debe dejar la sal demasiado tiempo, ya que podría fijar la mancha con mayor fuerza.

2. Vino blanco. Es la mejor opción para combatir estas manchas. Los taninos de vino blanco ayudan a neutralizar la coloración provocada por el vino tinto. Humedece un trapo limpio o una esponja con el vino blanco y da pequeños toques sobre la zona manchada. Es importante no restregar la mancha para que no se extienda. Dejamos actuar unos minutos y lavamos la prenda.

3. Bicarbonato sódico. Este producto sirve para complementar el anterior truco. Una vez empapada la mancha con el vino blanco y haber dejado actuar, aplicamos encima una pasta espesa preparada a base de bicarbonato y agua. Lo dejamos durante unas horas vigilando que la zona se mantenga húmeda. Después, lavamos la prenda.

4. Leche. Si la mancha de vino se ha secado, es posible eliminarla de esta manera. Calentamos leche en un recipiente e introducimos la prenda en remojo. Dejamos actuar hasta que veamos que la mancha se va diluyendo. Después de esto, lavamos la ropa en la lavadora.

5. Agua oxigenada y amoníaco. Si después de haber lavado la prenda la mancha persiste, este método ayudará a eliminarla definitivamente. Para ello, realizaremos una disolución con las siguiente proporciones: cinco partes de agua, una parte de agua oxigenada y cuatro partes de amoníaco. Removemos la mezcla e introducimos la prenda manchada. La dejamos unas horas en remojo y después aclaramos con abundante agua. Por último, lavamos la ropa en la lavadora.

6. Agua oxigenada y detergente líquido. Solo se debe emplear agua oxigenada en ropa blanca o de colores claros. Este es un método más agresivo para eliminar manchas. Hacemos la mezcla, la mitad de agua oxigenada y la otra mitad de detergente líquido. Aplicamos sobre la mancha y dejamos actuar. Por último, igual que anteriormente, lavamos de la manera habitual.

7. Agua hirviendo. Si se nos ha manchado una pieza de mantelería resistente, de esta manera saldrá fácilmente. Hervimos suficiente agua como para sumergir la parte manchada de la tela. Introducimos la prenda en el recipiente donde se ha hervido el agua y dejamos actuar. Se puede añadir algo de jabón líquido para agilizar el proceso. Cuando el agua vaya perdiendo temperatura sacamos la prenda y la lavamos.

8. Vinagre blanco y detergente líquido. El vinagre blanco tiene propiedades bloqueantes y limpiadoras. Calentamos un poco la disolución de vinagre blanco y jabón líquido y dejamos actuar durante unos minutos. Después lavamos en la lavadora, preferiblemente con agua caliente.

9. Lejía. Se trata de uno de los métodos más conocidos. Aún así, se recomienda utilizarlo como último recurso, ya que al ser un producto tan agresivo puede dañar gravemente los tejidos. Se aplica la lejía diluida en agua directamente sobre la prenda y dejamos actuar unos minutos. Después, lavar la prenda de manera habitual.