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Elorrio, una historia que honrar, un testigo que recoger

Elorrio, una historia que honrar, un testigo que recogerDEIA

UNA broma macabra del destino quiso que una de las 18 bombas con las que la escuadrilla 213 de la Avizione Legionaria bombardeó Elorrio alcanzara la Fonda de la Paz. Estaba situada en la preciosa casa que hoy te encuentras de frente cuando subes la calle Berriotxoa.

En casa, apenas me hablaron sobre el bombardeo de Elorrio. Ahora siento verdadera pena de no haber compartido más tertulia con mi aitxitxe, gudari del batallón Kirikiño. Me imagino que con 13 años no prestaba demasiada atención a aquellas historias. Sí recuerdo que aitxitxe solía contar que en el frente de Villarreal mataron a su hermano Andrés junto con otros dos gudaris elorrianos. Los tres, por cierto, eran hijos de tres viudas de Elorrio.

Cumpliendo con las estadísticas, mi amama Dolores tuvo una vida más larga y con ella sí tuve tiempo de hablar sobre las miserias de la guerra y la posguerra. Mi amama me relató el horror de la guerra en Elgeta. Sobrevivió a la guerra y a los bombardeos de Elgeta escondida entre las vacas, y me imagino que no sin rezar algún que otro rosario. Peor suerte corrió su padre, Faustino Sarasketa, a quien algún vecino denunció. Le metieron preso en San Pedro de Cardeña tras finalizar la guerra. En vísperas de Navidad, avisaron en casa que había muerto.

En su profunda condición cristiana, mi amama perdonó aquellas atrocidades, pero jamás las olvidó. Recientemente, he conocido que en Elgeta las mujeres fueron víctimas de esa otra práctica cruel, inhumana y deleznable habitual en todas las guerras: las violaciones. Solo de pensarlo se me ponen los pelos de punta.

Recordando el relato de mi amama Dolores, no me cuesta mucho imaginar el espanto que vivieron en la Fonda de la Paz, en el noviciado de Santa Ana, en la casa de Greaves, en Belengua, en la calle Berriotxoa, en el bar Tetuán y en la casa donde antes estuvo el bar Pinto.

Tenemos pocas noticias sobre el bombardeo de Elorrio. En total fueron 18 bombas de 50 kilos las que la Aviazione Legionaria Italiana, al mando del capitán Vittorio Cannaviello, lanzó sobre Elorrio. Dicen algunos, que aquel día hacía viento sur y que por eso las bombas no alcanzaron al núcleo de población. Sea lo que fuere, Elorrio se libró de ser una auténtica carnicería, hubo 7 víctimas mortales.

Siento un verdadero escalofrío al leer la crónica que relataron en el diario Euzkadi los periodistas desplazados hasta Elorrio para informar del bombardeo. A su llegada, las campanas de la parroquia avisaban del peligro tocando a rebato. En su crónica nos dicen que el ruido era ensordecedor, que los gudaris no se amilanaron y que contestaron al fuego aéreo con medios adecuados. En su breve recorrido por el pueblo comprueban que los piratas del aire, los aviones fascistas, han destruido varios edificios y sienten escalofríos de horror al comprobar con sus propios ojos los impactos existentes en las paredes de los edificios, prueba irrefutable de que los fascistas habían disparado sus ametralladoras para impedir la huida de la población. Hoy en día, todavía quedan rastos de esa metralla en la fachada de la Sociedad Gastronómica Alkartu, en la calle Berriotxoa.

Por la tarde, a las tres y cuarenta y cinco, la aviación facciosa atacó nuevamente Elorrio. Narran que esta vez le tocó al batzoki ser pasto de las llamas y que desgraciadamente hubo víctimas mortales, entre ellas una religiosa.

El lehendakari Aguirre tuvo su cuartel general en Elorrio. Los archivos fotográficos nos muestran a Aguirre inaugurando el cuartel de Euzko Gudarostea en Elorrio, o pasando revista a las tropas en la plaza. Incluso hay una fotografía en la que se identifica claramente al batallón de ANV.

Algunos parece que no conocen su propia historia. Con motivo del 50 aniversario del fallecimiento del lehendakari Aguirre, presentamos una moción en el Ayuntamiento para rendir un merecido homenaje a nuestro primer lehendakari, y otorgarle el nombre de Lehendakari Aguirre a un parque de Elorrio. Los concejales de ANV, con el alcalde a la cabeza, rechazaron la propuesta y vetaron el sentido homenaje que queríamos realizar al lehendakari Aguirre. Espero que más pronto que tarde, una corporación sin complejos a la hora de honrar la memoria de nuestros mayores, tribute el merecido homenaje al lehendakari Aguirre.

Si algo nos enseñaron nuestras amamas y aitxitxes fue a amar a este pueblo y a luchar por su libertad. Y no lo podemos olvidar. Se lo debemos. En este sentido, la Diputación Foral de Bizkaia aprobó, con gran acierto, el proyecto Gernika-Bizkaia 75. En palabras del diputado general, para que jóvenes y mayores compartan recuerdos y miren al futuro de una Bizkaia que no quiere olvidar a las personas que lucharon por la libertad y la democracia en Euskadi.

Me siento orgullosa de ser de Elorrio y de ser nieta de quien soy. Personas que lo dieron todo por defender Euzkadi. Quiero recoger su testigo para seguir trabajando por la libertad de este pueblo y de todos y cada uno de sus hijos e hijas. Por supuesto, sin olvidar jamás de dónde vengo.