Durante su visita al programa Al cielo con ella, Asier Etxeandia recordó una de las etapas más complicadas de su carrera. Coincidiendo con Pablo Puyol en una de sus primeras series, vivió jornadas de rodaje interminables mientras él sobrevivía durmiendo en un trastero y, después, en un banco frente al Teatro Real de Madrid. "Me venía a recoger el coche de producción al banco donde dormía", relató, subrayando lo surrealista y precaria que resultaba ser la situación.
“Les mandé a tomar por culo”
La situación era tan insostenible que el actor decidió plantarse y abandonar el proyecto: "Todo era tan bizarro que les mandé a tomar por culo", explicó. Sin embargo, cuando decidió expresar su descontento, recibió un mensaje demoledor en una reunión: “Las revoluciones nunca han servido para nada”, le dijo una responsable del proyecto. Su respuesta fue inmediata: "Tú estás aquí porque una mujer hizo una revolución". Le advirtieron incluso de que podía no volver a trabajar si seguía por ese camino, a lo que él contestó con firmeza: “Eso no va a depender de ti”. Con el tiempo, los hechos le dieron la razón: no dejó de trabajar, encadenó proyectos de éxito y acabó siendo reconocido por profesionales del calibre de Pedro Almodóvar.
¿Quién es Asier Etxeandia?
Asier Etxeandia es uno de los actores vascos más reconocidos de su generación, con una trayectoria que combina cine, televisión, música y teatro. Nacido en Bilbao en 1975, se formó en interpretación desde muy joven y comenzó a hacerse un nombre en la escena teatral madrileña antes de dar el salto a la televisión nacional. Su trabajo en series como Un paso adelante lo dio a conocer al gran público, pero fue su versatilidad y su presencia escénica lo que le abrió las puertas del cine y de proyectos más ambiciosos. A lo largo de su carrera ha colaborado con directores de prestigio, incluido Pedro Almodóvar, que lo eligió para papeles clave en filmes como La piel que habito o Dolor y gloria.
Además, Etxeandia es cantante, creador y parte del dúo musical Mastodonte, donde despliega su faceta más performativa. Su voz, su magnetismo y su estilo personal lo han convertido en un artista completo, admirado por público y crítica.